
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha decidido pisar el acelerador en la guerra contra Hamás. "La suerte está echada: vamos a ocupar por completo la Franja de Gaza", ha sentenciado un alto funcionario del Gobierno, confirmando la intención de lanzar una ofensiva total para desmantelar la infraestructura terrorista, una decisión que se debatirá en el gabinete de seguridad.
La contundente decisión de Netanyahu choca frontalmente con la postura de la cúpula de seguridad. El órdago es total, hasta el punto de amenazar con la destitución del jefe del Estado Mayor del Ejército, Eyal Zamir, si se opone. "Habrá operaciones incluso en las zonas donde se encuentran los rehenes. Si el jefe del Estado Mayor no está de acuerdo, debería dimitir", transmitió sin ambages el portavoz del primer ministro.
Tras revelarse las intenciones del mandatario, el Ejército respondió con un comunicado en el que anunciaba la cancelación de la extensión del servicio hasta ahora en vigor de las tropas terrestres regulares a partir de 2025. "Se ha decidido dar a los soldados algo de espacio para respirar", asegura el comunicado, "a la luz de los intensos combates en distintos sectores de las fuerzas armadas en los últimos dos años".
"Las decisiones fueron tomadas por el Jefe del Estado Mayor, preocupado por la calidad del servicio de los combatientes y el fortalecimiento de sus derechos, en vista de su contribución a las Fuerzas de Defensa de Israel y al Estado de Israel", recoge el comunicado.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se oponen a una maniobra de esta envergadura por el enorme riesgo que supone para la vida de los rehenes. Los mandos militares temen una masacre de los secuestrados a manos de las milicias palestinas, como ya ocurrió a finales de agosto. Además, consideran que destruir por completo el entramado de Hamás podría ser una operación que se alargase durante años.
Según el diario The Times of Israel, la oposición de las fuerzas armadas radica en la preocupación por que los terrosistas de Hamás ejecuten a los rehenes ante el avance de las tropas (como ocurrió a finales de agosto de 2024 con seis cautivos, hallados el 1 de septiembre).
