En declaraciones de agentes inmobiliarios a The Times, éstos aseguran que la compañía americana ha puesto en marcha un plan secreto de expansión a locales físicos. Según estas fuentes, Amazon estaría buscando almacenes para dar abastecimiento a su rápido crecimiento en Internet.
La iniciativa podría suponer una extraordinaria reforma de su política comercial que hasta ahora se basaba sólo en la web. Además, refutaría la teoría de que el comercio online podría desplazar al tradicional al tratarse, esta vez, del caso contrario. Es más, sería ya la segunda en dar el salto de la red a las calles, tras Lastminute.com.
La intención de Amazon podría ser facilitar a los clientes la recogida de los productos en un sitio físico cercano. Así, los compradores podrían elegir entre esperar en casa la llegada de su pedido o acudir a recogerlo personalmente tras realizar la compra online.
Amazon ofrecería de esta manera un servicio muy similar al que ya ofrecen otras compañías como Tesco, John Lewis o Argos, que asegura que el 18% de sus ventas online son realizadas a través de Internet, para luego ser recogidas en el almacén.