Durante los registros, los inspectores se han incautado de "copias de documentos que son importantes para las investigaciones en curso", indicó por su parte el representante de AMD. El origen de esta investigación se remonta a 2001, cuando AMD denunció a Intel ante la Comisión Europea por actuar como "potencia superdominante en el mercado". "Intel utiliza las amenazas y los pagos en metálico para mantener a los consumidores alejados" de nuestra compañía, añadió el representante de AMD, quien aseguró que esta empresa ha presentado a Bruselas "pruebas rotundas sobre estas actividades".
Se trata de una "práctica ilegal" que perjudica a los consumidores, al mantener los precios altos de forma artificial e impedir la correcta difusión de las nuevas tecnologías, añadió. La compañía demandante cifra en un 80 por ciento la participación de Intel en el mercado de los procesadores y calcula que recibe un 90 por ciento de las ganancias generadas en el negocio, lo que le da un claro monopolio y un poder extraordinariamente dominante.
La misma fuente explicó que la Comisión reabrió de nuevo la investigación el pasado año a partir de las informaciones adicionales y nuevas pruebas presentadas y que Bruselas ha enviado cuestionarios a fabricantes de ordenadores para confirmar esos hechos. A finales del pasado junio, AMD también presentó una demanda en Estados Unidos contra Intel, a quien acusa, entre otras prácticas, de haber forzado a fabricantes de ordenadores como Dell, Sony, Toshiba, Gateway e Hitachi a establecer contratos de exclusividad con la compañía a cambios de pagos, presiones en los precios o subsidios. También en Japón se llevó a cabo este año una investigación de las prácticas de esa empresa.