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Los otros sindicatos de inquilinos que compiten por ver quién es más radical: así buscan acabar con la propiedad privada

Todos respaldan la huelga de alquileres, pero el programa del Sindicato de Vivienda Socialista de Cataluña se lleva la palma.

Todos respaldan la huelga de alquileres, pero el programa del Sindicato de Vivienda Socialista de Cataluña se lleva la palma.
Europa Press

En las últimas semanas, el autodenominado Sindicato de Inquilinos de Madrid ha cobrado gran protagonismo tanto por su particular amenaza de una huelga de alquileres como por los delirantes argumentos de los que su portavoz, Valeria Racu, ha hecho gala en sus diferentes apariciones televisivas. Sin embargo, esta organización no es la única ni la más polémica del sector.

La comunidad donde más proliferan este tipo de sindicatos es Cataluña, precisamente la región donde nació la controvertida Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) impulsada por Ada Colau. Todos ellos están vinculados a partidos de izquierda y muy particularmente al entorno de la CUP. Tampoco allí el llamado Sindicat de Llogateres i Llogaters, homólogo del Sindicato de Inquilinos de Madrid, es el más radical.

A pesar de secundar la posible huelga de alquileres y de abogar por medidas como que todos los contratos sean renovables automáticamente, su programa no aboga ni por la expropiación ni por la abolición de alquileres e hipotecas, como sí hace, por ejemplo, el Sindicato de Vivienda Socialista de Cataluña. Liderado por María Parés, este último exige directamente acabar con el derecho a la propiedad privada.

Expropiación y viviendas gratis

En la manifestación del pasado fin de semana en Madrid, ya se vieron carteles en los que se pedía la "expropiación de viviendas vacías en manos de bancos y fondos buitre". Sin embargo, este sindicato de ideología socialista va más allá. "Apostamos por expropiar los pisos turísticos y las viviendas vacías -dicen en uno de sus mensajes, ampliando el órdago con independencia de su titularidad-. La vivienda debe ser gratuita y universal".

Especialmente significativa es esta última exigencia, ya que, a pesar de no aportar estudios ni memoria económica alguna, los promotores de este sindicato se atreven a asegurar que "existen las condiciones para que todo el mundo, sin excepciones, pueda disfrutar de un acceso a la vivienda, de forma gratuita y con unas condiciones de vida de calidad".

Condonación de deudas y adiós desahucios

A su juicio, "el problema no es sólo un precio abusivo de la vivienda, sino el hecho de tener que pagar por ésta", así que reclaman tanto la "abolición de los alquileres e hipotecas" como la "condonación de cualquier deuda inmobiliaria". De esta forma, serían los bancos, pero también los pequeños propietarios que sustentan el 92% del mercado del alquiler en nuestro país, los que tendrían que asumir pérdidas millonarias.

Además, abogan por prohibir "cualquier tipo de desahucio, sean grandes fondos buitres o bancos, sean empresarios o pequeños rentistas", una medida que vendría derivada de las anteriores y que acabaría, por tanto, con el derecho a la propiedad privada.

Con todo, el Sindicato de Vivienda Socialista de Cataluña rechaza los parches que, a su juicio, el PSOE de Pedro Sánchez pretende poner con medidas como el bono joven de alquiler: "Lo mejor que puede ofrecer el gobierno progresista es subvencionar de forma indirecta a los rentistas porque lo importante es sostener el negocio de la vivienda. No queremos migajas, queremos que la vivienda deje de ser una mercancía".

Huelga de alquileres

En la misma línea se ha manifestado también el Sindicat de Llogateres i Llogaters: "No ha entendido nada. O baja los precios o huelga de alquileres", amenazaban sus organizadores en uno de sus múltiples mensajes. "Piden solidaridad a los rentistas y siguen hinchando con dinero público el negocio inmobiliario. Pero si ellos no bajan los alquileres, lo haremos nosotros", advertían en otro. Por lo pronto, ya han convocado una manifestación en Barcelona para el próximo 23 de noviembre con el mismo lema que la celebrada el pasado fin de semana en la capital de España: "Bajemos los alquileres".

Su intención es exactamente la misma que la del Sindicato de Inquilinos de Madrid: movilizar a los ciudadanos para calibrar los apoyos con los que cuentan para promover esa llamada huelga de alquileres en la que se pide a toda la población que deje de pagar el alquiler a sus caseros. "No lo olvidemos: ellos son una minoría y dependen de nosotros. Y somos miles, millones. Si nos organizamos y nos plantamos, se les cae el negocio", presumen en su cuenta de X.

Con todo, si la huelga surtiera efecto, la ya de por sí creciente inquiokupación podría convertirse en un fenómeno generalizado, dejando a miles de pequeños propietarios totalmente desamparados.

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