
La temporada navideña trae consigo un aumento en las celebraciones en restaurantes, pero también prácticas comerciales que podrían considerarse abusivas. Según una encuesta reciente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los españoles gastarán, aproximadamente, 143 euros en cenas, comidas y brindis navideños en bares y restaurantes. Este gasto refleja la creciente costumbre de celebrar fuera de casa con amigos, familiares o compañeros de trabajo. Sin embargo, esta tradición también expone a los consumidores a ciertas prácticas cuestionables por parte de algunos establecimientos de hostelería.
Desde hace tiempo, la OCU ha advertido sobre las irregularidades que pueden surgir al realizar reservas o al pagar las cuentas en estas fechas tan señaladas. Estas prácticas no solo afectan al bolsillo de los consumidores, sino que en ocasiones también pueden limitar sus derechos como usuarios.
Cinco prácticas que generan dudas
Entre las principales irregularidades detectadas por la OCU este año, destacan cinco que, aunque puedan estar permitidas si se avisa con antelación, suelen ser poco equitativas o directamente perjudiciales para los consumidores:
- Imposición de menús cerrados: Muchos restaurantes exigen a los grupos optar por menús cerrados en lugar de permitir la elección de platos a la carta. Esto puede resultar problemático para quienes tienen alergias, intolerancias alimentarias o simplemente preferencias distintas.
- Suplementos desproporcionados: En algunos casos, los restaurantes ofrecen alternativas dentro de los menús cerrados, pero estas opciones suelen estar asociadas a un suplemento elevado, lo que encarece significativamente el coste final.
- Cobro de un "plus" por la reserva: Algunos establecimientos aplican cargos adicionales solo por realizar la reserva, una práctica considerada indebida, ya que no corresponde con el servicio prestado.
- Adelantos excesivos: Aunque es legal exigir un adelanto para garantizar la reserva, este debe ser razonable. Además, si se penaliza por cambios en el número de comensales, la penalización debe ser proporcional y nunca igual al precio completo del menú reservado.
- Suplementos por servicio o cubierto: Aunque el precio del servicio debe estar incluido en los menús, algunos locales imponen un cargo adicional por "cubierto" o "servicio", algo que incumple la normativa vigente.
Otras prácticas bajo la lupa
Además de las cinco prácticas mencionadas, la OCU ha identificado otros comportamientos que afectan a los consumidores. Entre ellos se incluyen la negativa a ofrecer agua del grifo, la exigencia de pagar con tarjeta sin previo aviso o la falta de información sobre los precios de productos fuera de carta. Estas situaciones pueden generar malestar y confusión, especialmente cuando los clientes no son informados con claridad.
La organización también recuerda que los consumidores tienen derecho a reclamar si consideran que sus derechos han sido vulnerados. Ante cualquier irregularidad, es fundamental conservar el tique o factura, que debe incluir un desglose detallado de los productos consumidos. Estos documentos son esenciales para respaldar cualquier reclamación.
¿Cómo actuar ante prácticas abusivas?
La OCU recomienda a los consumidores que estén atentos a las condiciones impuestas por los restaurantes y que no duden en reclamar si consideran que alguna práctica atenta contra sus derechos. Para ello, se pueden seguir los siguientes pasos:
- Solicitar la hoja de reclamaciones: Los establecimientos están obligados a disponer de un libro de reclamaciones para que los clientes puedan expresar sus quejas formalmente.
- Guardar el tique o factura: Este documento es imprescindible para justificar cualquier reclamación, ya que detalla los productos consumidos y los precios cobrados.
- Denunciar ante las autoridades: Si la situación lo requiere, los consumidores pueden acudir a las autoridades de consumo de su comunidad autónoma para presentar una queja formal.
La OCU insiste en que los derechos de los consumidores deben prevalecer, especialmente en fechas tan significativas como la Navidad, cuando el gasto es elevado y las expectativas son altas. Por ello, es importante estar informado y actuar frente a posibles abusos.

