
El mercado inmobiliario en España atraviesa un momento de tensión. Escasea la vivienda en alquiler y eso ha empujado los precios a niveles sin precedentes. En Barcelona, la ciudad donde más se han intervenido los precios, los alquileres subieron un 14,4% en noviembre de 2024 con respecto al mismo mes del año anterior, llegando en algunos casos a incrementos del 20%. En este contexto, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado 20.000 anuncios de viviendas en los principales portales como: Idealista, Milanuncios y Fotocasa para evaluar si cumplen con los requisitos legales y detectar la presencia de infraviviendas.
El estudio de la OCU ha tenido como propósito verificar si los anuncios publicitarios de venta y alquiler respetan los derechos del consumidor, ofrecen información completa y precisa, y si publicitan inmuebles que no cumplen con las condiciones mínimas de habitabilidad. Se realizó un análisis detallado de las características incluidas en los anuncios y, en una selección de 50 casos sospechosos de ser infraviviendas, se concertaron visitas para confirmar las irregularidades.
Los resultados del análisis y los precios desorbitados
La investigación confirma que tanto comprar como alquilar es extremadamente caro. Por ejemplo:
- Habitaciones en alquiler: El precio medio en Barcelona, la ciudad más cara, es de 673 euros mensuales. En contraste, Zaragoza presenta la media más baja, con 336 euros.
- Viviendas completas: En Barcelona, adquirir un piso de 22 m² cuesta de media 127.600 euros en Idealista, mientras que, en Zaragoza, una vivienda de hasta 41 m² tiene un coste medio de 71.492 euros. En cuanto a alquiler, las cifras también son significativas: un piso de 22 m² en Barcelona cuesta alrededor de 1.444 euros al mes.
¿Cuchitriles o exageración?
Uno de los mitos del mercado inmobiliario señala que está lleno de "minipisos" o infraviviendas. El estudio revela que los anuncios de inmuebles de tamaño sospechosamente pequeño representan un porcentaje reducido: un 0,27% de los de compraventa y un 0,64% de los de alquiler. Sin embargo, las visitas realizadas confirman que en ciudades como Barcelona y Madrid existen casos extremos. Entre las viviendas visitadas, destacan un piso de 10 m² en Madrid y varios inmuebles en Málaga y Zaragoza que no cumplen con la superficie mínima requerida.
La Ley 12/2023, de 24 de mayo, por el Derecho a la Vivienda, establece criterios mínimos de habitabilidad, como superficies útiles que varían según el municipio: desde 20 m² en viviendas usadas en Barcelona hasta 37 m² en Zaragoza. Pese a ello, muchos anuncios omiten datos clave. De los inmuebles visitados, siete tenían un uso registrado como oficinas, locales comerciales o incluso espacios culturales, lo que los hace ilegales como viviendas, incumpliendo lo estipulado en el artículo 31 de esta ley, que exige información completa y veraz sobre la superficie y el uso catastral de los inmuebles.
Un dato alarmante del informe es la ausencia del certificado energético en la mayoría de los anuncios. En el 51% de los casos analizados no se menciona la etiqueta energética, mientras que en un 24% se clasifica como "G", el nivel más bajo. Durante las visitas, numerosos propietarios alegaron que no disponían del certificado, a pesar de ser obligatorio.
El estudio de la OCU demuestra que, aunque la mayoría de los anuncios cumplen con los estándares básicos, persisten problemas como la falta de información detallada, los precios exorbitantes y la presencia de infraviviendas. Además, se constata que muchos inmuebles carecen de la documentación obligatoria, como el certificado energético, lo que vulnera los derechos del consumidor.


