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El fin del cepo cambiario y la dolarización, cada vez más cerca en Argentina

El Gobierno de Milei está consiguiendo mejorar la economía argentina en tiempo récord y cada vez está más cerca de deshacerse del cepo cambiario.

El Gobierno de Milei está consiguiendo mejorar la economía argentina en tiempo récord y cada vez está más cerca de deshacerse del cepo cambiario.
14 de diciembre de 2024, Roma, Italia. El presidente de Argentina, Javier Milei, durante el acto político organizado | Cordon Press

El fin del cepo cambiario es uno de los hitos que se ha propuesto Javier Milei en sus cuatro primeros años de gobierno, pero levantar las restricciones a la entrada y salida de divisas no será tarea sencilla, habida cuenta del nefasto panorama monetario que heredó el mandatario liberal. Con todo, la buena gestión que ha firmado Milei desde su llegada al poder hace poco más de un año hace que cada vez haya más optimismo en torno a la posibilidad de que Argentina abandone el cepo cambiario introducido por el peronismo.

Antes de su llegada al poder, el tipo de cambio oficial cambiaba 400 pesos por 1 dólar. Sin embargo, los registros observados en el mercado situaban una relación de 1.000 a 1. Semejante distorsión ha empezado a quedar atrás conforme el gobierno de Milei ha propiciado una estrategia monetaria basada en provocar la escasez de pesos y revertir de esta forma el expansionismo monetario acumulado en años anteriores.

El siguiente gráfico, elaborado por Ramiro Castiñeira, muestra cómo se ha reducido la base monetaria bajo mandato de Milei. A mediados de 2023, esta rúbrica alcanzaba los 94,1 billones de pesos, medidos en precios actuales (enero 2025). Sin embargo, esa misma métrica se reduce ahora a 27,6 billones, a raíz de la fuerte contracción con la que Milei ha revertido la deriva de la etapa peronista.

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La apuesta desarrollada por el Banco Central empezó limpiando el balance de deudas fiscales con las que el peronismo había maquillado la quiebra estructural del Estado y, desde mediados de 2024, ha pasado a estar volcada en frenar la emisión de moneda y mantenerla congelada. La combinación de estas dos fuerzas ha hecho que la brecha entre el tipo oficial y el real se desplome, de modo que la brecha cambiaria ha caído de más del 150% a menos del 10% durante el primer año de gestión de Milei.

De igual importancia ha sido la vía fiscal, con una apuesta clara por el superávit presupuestario que ha ayudado a romper el círculo vicioso de la monetización de deuda, pagada por el peronismo con dinero de nueva creación. Desde 2001, los años de gestión del peronismo han elevado la deuda pública en 303.000 millones de dólares, resultado inevitable de los continuos desequilibrios fiscales en que incurrieron los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y Alberto Fernández. En cambio, bajo mandato de Milei, la estabilidad presupuestaria ha facilitado la reducción de la deuda pública consolidada en Argentina por un monto de más de 29.000 millones de dólares.

Durante el año 2023, Bloomberg situaba al peso argentino como la segunda moneda que más se había devaluado a lo largo de ejercicio, con una caída del 78,1% durante el conjunto del último ejercicio de gestión del peronismo. La situación ha cambiado por completo en 2024 y ahora Bloomberg constata que el peso fue la divisa más apreciada del mundo durante el curso pasado.

Todos estos desarrollos facilitan una estabilización macroeconómica que combina una inflación menguante con una producción creciente. Lo vemos en el siguiente gráfico:

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Hay desarrollos muy interesantes debajo de estas cifras. Por ejemplo, si nos fijamos en el PIB, encontramos que la caída esperada en 2024 será del 2,5%, una cifra que no obstante esconde un ajuste del 15% del PIB ejecutado por las vías monetaria y fiscal. Si a esto le sumamos el crecimiento del PIB esperado para 2025 (5%) y 2026 (6%), encontramos que Milei cerrará su primer trienio con una expansión de la economía cercana al 8%. De igual modo, vale la pena fijarse en la evolución del salario real, que crece un 12,7% desde diciembre de 2023 gracias al binomio de la mejora de la retribución y la caída de la inflación, o del crédito al sector privado, que se recupera un 77% desde abril de 2024, cuando empezó el rebote de la economía.

La mejora se traduce en mejoras claras para la vida de los argentinos. Sabemos, por ejemplo, que los precios del alquiler han caído un 26% gracias a la desregulación de precios decretada por Milei, pero hay muchas otras pruebas del cambio tan positivo que empiezan a apreciar los ciudadanos en su bolsillo. Por ejemplo, si nos fijamos en el número de salarios necesarios para comprar un automóvil, encontramos que este indicador ha caído de 28,2 a 19,2 nóminas entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024, lo que supone una reducción muy significativa (del 32%) en menos de un año.

Si todos estos desarrollos facilitan el levantamiento del cepo cambiario en 2025, también acercan a Argentina a un escenario de dolarización, sea con el reconocimiento de la divisa estadounidense como nueva moneda del país, a la manera ecuatoriana, o permitiendo su libre circulación y facilitando su adopción generalizada de facto, como ocurre en Panamá.

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