
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha analizado las modificaciones que se quieren hacer desde el Ministerio de Sanidad al Real Decreto 579/2017, de 9 de junio. En este Decreto se regulan determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los productos relacionados.
Contra la libertad de empresa
La CNMC ha llegado a la conclusión de que el proyecto de real decreto establece "restricciones a la competencia" y encuentra problemas particulares con las dos novedades que incluye el proyecto: el etiquetado genérico para cigarrillos y tabaco de liar y prohibiciones de algunos aromatizantes.
En cuanto a la existencia de "restricciones a la competencia", el informe de la CNMC señala que estas pueden estar justificadas si se ajustan a los principios recogidos en el ordenamiento jurídico y se sustentan en "razones de interés debidamente identificadas". Desde la CNMC señalan que no basta con una mención genérica al "interés público", ya que se entiende que el objetivo de la medida es de la salud pública, sino que es importante "explicar en qué medida se verían afectados dichos intereses públicos en ausencia de la norma proyectada y de qué forma la norma proyectada contribuirá a protegerlos".
Por otro lado, la Comisión señala específicamente que "la competencia es un catalizador de reducciones de precios y márgenes empresariales, así como de mejoras de calidad e innovación y que algunas de ellas pueden suponer la puesta a disposición en el mercado de productos claramente menos dañinos para la salud de los consumidores". Además, tambien señalan que, si tanto preocupa a Sanidad el aumento del consumo de tabaco, ya existen herramientas para desincentivar la demanda. Por último, la CNMC concluye que las medidas planteadas en el proyecto de real decreto afectan a la libertad de empresa incluidas en la Constitución, por lo que "cabe exigir su respaldo en norma con rango de ley".
Falta de evidencias empíricas
En cuanto a la cuestión del etiquetado genérico, la prohibición de sabores y aromas y la de comercializar bolsas de nicotina, la CNMC se ha mostrado muy crítica. En una nota de prensa han señalado que "deberían ofrecerse evidencias empíricas para acreditar que se ajustan a los principios de buena regulación".
El etiquetado genérico realmente hace referencia a un empaquetado genérico ya que lo que pretende el decreto es que el color del papel de los cigarrillos y del filtro tengan también una apariencia uniforme en todos los tipos de productos. De esta manera solo se podrían incluir algunas menciones como el nombre de la marca para diferenciarse de otros modelos. En la Memoria del Análisis de Impacto Normativo de esta medida, su justificación se limita a señalar que las empresas "cuentan con importantes recursos a su alcance a la hora de afrontar cualquier cambio regulatorio" y a destacar que se trata de una medida que ya ha sido adoptada en otros países.
En resumen, la Comisión señala en un comunicado de prensa que las restricciones deben sustentarse en razones de interés general y además deberían tener un rango de ley para garantizar el derecho a la competencia recogido en la Constitución. Por otro lado, reclaman evidencias empíricas en las cuestiones particulares del proyecto de real decreto.


