
Seguimos muy preocupados con el Euro Digital. Y es que el proyecto sigue avanzando. El monopolio de los medios de pago digitales en la Unión Europea con compañías norteamericanas es el nuevo fantasma que agitan los promotores de esta iniciativa para acelerarla. Algunas fuentes comunitarias dicen que el asunto del euro digital de las CBDC ha pasado de la bandeja de asuntos financieros al de asuntos de seguridad.
Sin embargo, el hecho de que el proyecto parece que quiera pisar el acelerador ha hecho que empiece a resquebrajarse al menos la apariencia de unanimidad que había entre las autoridades europeas. De momento, el PP se desmarca y se muestra favorable a una solución privada, y no pública, en contra del consenso del ala izquierda del Parlamento y los liberales quienes apuestan por una solución privada.
De momento, países como Alemania temen que se trate de eliminar el efectivo, mientras que otros como Meloni están a favor: "no estamos en contra del euro digital siempre y cuando no sea un sustitutivo del efectivo".
Así las cosas, el europarlamentario Fernando Navarrete ha explicado en Con Ánimo de Lucro que el euro digital, tal y como lo plantea el BCE, no da respuesta a un problema real y que, con todo, supone un experimento sobre 500 millones de personas.
Asimismo, Javier Santacruz, economista y profesor universitario, ha destacado que esta iniciativa es una respuesta por parte de los gobiernos contras los nuevos criptoactivos. Además, Gustavo Martínez ha destacado el control que puede llevar a cabo la UE con esta moneda digital.

