"Inquietud" en la delegación de la AEAT en Cataluña tras la decisión del Gobierno el pasado lunes para comenzar a romper la caja común del sistema tributario nacional a cambio del apoyo de los independentistas a Pedro Sánchez.
Así lo confirma la presidenta de la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), Ana de la Herrán, en la comparecencia que han dado este miércoles para alertar sobre las nefastas consecuencias de la implantación del cupo catalán.
Sánchez se ha comprometido con los independentistas a entregar a Cataluña el IRPF ya en 2026. Después, vendrá la cesión del resto de tributos, como el IVA.
Con el objetivo de asumir el control de unos 25.000 millones de euros extra en el IRPF, la Agencia Tributaria Catalana anunció el pasado mes de mayo la ampliación de su plantilla con 200 nuevas plazas. De esta manera, "la ATC inicia el aumento de su plantilla actual, compuesta por cerca de 830 profesionales, con el objetivo de que progresivamente pueda asumir nuevos retos en el ámbito tributario" celebraba el organismo.
Necesitan efectivos del fisco estatal
Sin embargo, los inspectores tienen claro que con ese número de personal es "imposible" comenzar a cobrar y gestionar el impuesto estrella de Hacienda. Necesitan los efectivos del fisco estatal. Según sus cálculos, hay más de 4.000 funcionarios en la delegación de Cataluña. ¿Qué futuro le espera a esta plantilla? ¿pasarán a formar parte de la ATC con la ruptura de la caja? cabría preguntarse, aunque ni Gobierno ni Generalidad han dado respuesta.
"Sabemos que se han reunido con ellos y nos han manifestado su inquietud" cuenta De la Herrán, que ha pedido la dimisión inmediata de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero por su "incompetencia manifiesta" en este asunto. Asegura que su asociación se ha reunido en una ocasión con el número dos de Montero, Jesús Gascón, y que han solicitado recientemente otra reunión, debido a los acontecimientos actuales. No se la han dado. A pesar de la incertidumbre, De la Herrán ha pedido "tranquilidad a la plantilla".
Esta asociación lleva años avisando de que los independentistas querían "la llave de Letamendi". En la Plaza Doctor Letamendi (en Barcelona) se encuentra ubicada la sede autonómica que tiene la AEAT en Cataluña. "El edificio, papeles, ordenadores, información... Lo quieren todo" pronosticaron en 2023. Y Sánchez quiere hacerlo realidad con la fractura de la Agencia Tributaria.
A la rueda de prensa también acudió el inspector de Hacienda del Estado, José María Peláez, que considera "imposible que, con los efectivos que tienen, sin experiencia y sin las decenas de programas que tenemos nosotros, suplan lo que está haciendo la AEAT con el IRPF actualmente".
Por ello, ha criticado que, con la entrega de la Agencia Tributaria a Cataluña pretendan llevar a cabo "el traspaso de los medios humanos y tecnológicos ahí a lo bestia. Y cualquier traslado tiene que ser voluntario". Esos funcionarios "realizaron su oposición al Estado para trabajar para la Agencia Tributaria española. No se les puede obligar a trasladarse" ha considerado.
Tal y como recuerdan, el documento del pacto entre PSOE y ERC, para investir a Illa presidente autonómico, incluía la cesión del capital humano a la Agencia Tributaria catalana:
El traspaso de la gestión tributaria es la parte más compleja, por lo que se prevé un traspaso paulatino, en el que es imprescindible preservar la prestación del servicio. Se trata de que la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) asuma las funciones de aplicación de los tributos mediante el ejercicio de las potestades y funciones administrativas de liquidación, recaudación y comprobación de las obligaciones tributarias de los impuestos que actualmente gestiona la AEAT. La asunción de esta competencia requiere el traspaso de los medios humanos, materiales y tecnológicos por parte de la AEAT a la AT
"En toda mi carrera no he asistido a una situación tan grave como la actual" ha lamentado Peláez. Es el inicio de la voladura del sistema tributario actual y de los principios constitucionales" ha sentenciado.