
La Comisión Europea propone recortar un 20 % del presupuesto de la PAC para el periodo 2028‑2034, desde aproximadamente 380.000 millones de euros hasta 300.000 millones que se destinarán a reforzar la política de defensa, más armamento y ayuda a Ucrania. Sin embargo, los agricultores, que llevan años tragando con la eliminación de los aranceles al país de Zelenski, no están por la labor de pagar la factura militar.
Las organizaciones agrarias (ASAJA, COAG, Copa‑Cogeca, entre otras) han participado este miércoles en una manifestación en Bruselas contra los recortes presupuestarios de la PAC y recuerdan que España es el tercer beneficiario de las subvenciones agrarias, sólo por detrás de Francia y Alemania, con 7.724 millones de euros anuales y 47.700 millones para el período presupuestario entre 2021-2027. También alertan de que el recorte que plantea la Comisión supondrá pérdidas millonarias, especialmente en regiones como Castilla y León, que percibirá unos 240 millones de euros menos, según sus propias estimaciones.
El Ejecutivo de Ursula von der Leyen defiende el tijeretazo al presupuesto alegando que, en paralelo, la reforma incluye una simplificación normativa y menos burocracia (tal y como exigía el campo) lo que supondrá, calculan, un ahorro administrativo de unos 1.580 millones de euros al año para los agricultores y unos 210 millones para las administraciones.
Además, argumentan, se introduce un límite mensual de subvenciones directas por agricultor, con un máximo de 100.000 euros al año, con el objetivo de que las ayudas estén mejor repartidas (actualmente el 80% de los fondos va a un 20% de los beneficiarios).
La PAC deja de ser "comunitaria"
Además del recorte en los fondos, las organizaciones agrarias están especialmente preocupadas por otro de los cambios que plantea Bruselas: unificar parte de la PAC con los fondos de cohesión.
La actual PAC tiene dos pilares: las ayudas directas a agricultores y las subvenciones al desarrollo rural que se financian con el FEADER (parte de los fondos de cohesión). ¿Y qué es lo que propone ahora Bruselas? Eliminar el segundo pilar de la PAC para integrarlo en los fondos de cohesión y que cada país decida en un único plan nacional cómo repartir todo ese dinero.
Además de que la Política Agraria perdería la C de "Común", los agricultores temen que, si los fondos agrarios se mezclan con los fondos para otras regiones o sectores, los gobiernos podrían decidir dar menos dinero al campo y más a otras cosas: infraestructuras urbanas, digitalización, políticas verdes...
"Subordinada a políticas ambientales"
El presidente de Asaja, Pedro Barato, ha manifestado este miércoles en Bruselas: "Pedimos que se consolide el presupuesto y que sigan manteniendo los dos pilares de la PAC. Si el segundo pasa a los fondos de cohesión, eso significa que serán caprichos de nuestras autonomías, de nuestros Estados".
Por su parte, el coordinador estatal de Unión de Uniones, Luis Cortés, cree que el nuevo marco financiero "profundizará en la pérdida de profesionalidad" de la PAC, estará "subordinada a las políticas ambientales" y hay fondos que "se diluyen dentro de otras políticas".


