
La Comisión Europea quiere aprobar un impuesto de entre 100.000 y 750.000 euros al año para las empresas que operen en la Unión Europea y tengan una facturación anual neta de más de 100 millones de euros. El Ejecutivo de Ursula von der Leyen espera recaudar unos 6.800 millones más, que se destinarán a financiar el presupuesto comunitario a partir de 2028.
La idea forma parte de las nuevas fuentes de ingresos propios que el Ejecutivo comunitario quiere incorporar en el Marco Financiero Plurianual (MFP) para el periodo 2028-2034, según la propuesta legislativa presentada este miércoles por la institución y que aún debe ser negociada y aprobada por los Estados miembros y el Parlamento Europeo.
Hasta 750.000 euros al año
Bruselas ha bautizado este nuevo impuesto como Recurso Corporativo para Europa y se aplicará tanto a firmas de la UE como a empresas de terceros países que tengan un establecimiento permanente en el bloque en función de su facturación.
Aquellas con ingresos anuales netos de entre 100 millones y 250 millones de euros pagarían una suma a tanto alzado de 100.000 euros y las que tengan entre 250 millones y 500 millones de facturación abonarían 250.000 euros al año.
Las que se sitúen entre 500 millones y 700 millones de ingresos pagarían 500.000 euros netos al año y aquellas cuya facturación rebase los 700 millones de euros al año tendrían que abonar 750.000 euros al presupuesto comunitario.
Otras tasas: tabaco, residuos electrónicos...
Además de este impuesto a las empresas con el que Bruselas espera recaudar 6.800 millones de euros al año de media, la Comisión propone que una parte de los impuestos especiales que los Estados recaudan sobre el tabaco se destinen a las arcas comunitarias, lo que les reportaría unos 11.200 millones de euros al año.
A ello se sumarían una nueva tasa sobre los residuos electrónicos que no sean recogidos, que generaría unos 15.000 millones de euros anuales, así como parte de la recaudación procedente del Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (el arancel climático de la UE) y del Sistema de Comercio de Emisiones (que ya es un recurso para las cuentas), que aportarían 1.400 millones y 9.600 millones, respectivamente.
Con estos nuevos recursos propios, la Comisión espera recaudar 58.200 millones de euros al año para el presupuesto comunitario con el fin de que las contribuciones de los Estados miembros, que representan un 65% de los ingresos a las cuentas, se mantengan estables con respecto al presupuesto actual pese a que el futuro MFP será ligeramente más voluminoso, de 2 billones de euros en total.
