Han pasado 19 años desde que Cristóbal Montoro montó su despacho. Pero más allá de las actividades del despacho, que se encuentran bajo investigación judicial, debemos analizar el legado que nos dejó en materia fiscal. En 2011, el PP obtiene una mayoría absoluta aplastante con 186 escaños y lo hace criticando la política fiscal de Zapatero y prometiendo bajadas de impuestos. Pues bien, fue llegar al poder, y el PP hizo todo lo contrario. Con Cristóbal Montoro como responsable de Hacienda, y con la excusa de haberse encontrado un déficit terrible bajo las alfombras, el PP subió los impuestos como nunca antes se habían subido.
El IVA lo subió del 18 al 21% (Y dijo que esto sería temporal) Y el IRPF lo disparó, hasta en 7 puntos en algunos tramos, además de eliminar deducciones fiscales, especialmente en materia de vivienda. Pero aunque a Montoro se le recuerda muy especialmente por estas subidas de impuestos, fueron muchas otras las medidas que tomó durante su etapa como Ministerio.
Suya también fue la ley antifraude fiscal en la que se estableció la persecución y el terror fiscal como norma, endureciendo los controles contra el fraude fiscal, limitando los pagos en efectivo y la creación del famoso modelo 720 para la declaración de bienes en el extranjero que la Comisión Europea y el Tribunal de Justicia de la UE consideraron excesivo y sancionador en 2022. Imagínense cómo era la cosa que la Comisión Europea le dijo a España que se estaba pasando en su lucha contra el fraude. Como dijo en su día Domingo Soriano, es como si Luca Brassi coge del brazo a un aprendiz suyo que se está enseñando con algún incauto y le para porque le va a matar.
Montoro fue el artífice de esta norma excesiva que trataba de amedrentar a los contribuyentes que tuvieran algún bien en el extranjero. Una norma que establecía la imprescriptibilidad de los delitos en esta materia, o las multas del 150% sobre la cuota resultante por las cantidades no declaradas. O las multas por errores formales. En definitiva, lo que estableció el señor Montoro fue un régimen de terror fiscal que endurecía las normas que subyugaban a los contribuyentes de épocas anteriores hasta hacerlas insoportables.
Sólo un dato. Según denunció en este programa Ruiz Jarabo, la mitad de los procedimientos que abren los inspectores de Hacienda son anulados por la propia Agencia Tributaria. Y del resto, de los que van a los tribunales, Hacienda pierde alrededor de un 40%, lo que indica que, abiertamente, más de la mitad de las inspecciones fiscales que pone en marcha la agencia tributaria son, en el mejor de los casos, erróneas. Pero la naturaleza las reclamaciones tributarias en virtud e la presunción de veracidad de los actos administrativos de la Agencia Tributaria, hacen que se tenga que establecer el pago inmediato.
De este modo, en Con Ánimo de Lucro hemos repasado el legado de Cristóbal Montoro al frente del Ministerio de Hacienda. Para ello, hemos contado con el abogado y experto tributario Marc Urgell, que ha destacado que no existen similitudes de las prácticas de la Hacienda española entre los países avanzados. Por otra parte, Carlos Conde, asesor en España del despacho Amsterdam&Partners, ha detallado la forma en que el Gobierno de Pedro Sánchez han convertido en algo estructural las prácticas de la anterior administración. Del mismo modo, Domingo Soriano ha subrayado que "el estado de terror tributario que vivimos en España lo perfeccionó Cristóbal Montoro".

