
Los kiwis, como se apodan a sí mismos los habitantes de Nueva Zelanda en alusión a su animal más popular, han suprimido las limitaciones a la explotación de su gas y petróleo. La semana pasada, el parlamento revocó la prohibición de buscar y explotar gas y petróleo en mar abierto, aprobada por el gobierno laborista de Jacinda Ardern en 2018. El Gobierno conservador sacó adelante por 68 votos a 54 la medida, que justificó en la necesidad de que el país se garantice la independencia energética.
"La prohibición lanzaba un mensaje escalofriante a los inversores, prohibiendo incluso la mera exploración de recursos en los que se basa nuestra seguridad energética y lanzándonos a las restricciones de suministro y precios volátiles de hoy", señaló el ministro de Energía y Clima Simon Watts ante la cámara. Watts también apuntó que en estos tiempos "de descenso en la producción renovable, está claro que necesitamos más opciones para asegurarnos de que los neozelandeses no afrontan facturas demasiado altas y para garantizarnos el suministro". Shane Jones, ministro de Recursos, señaló que el Ejecutivo conservador tiene una postura "pragmática" respecto al gas y su "papel vital en nuestro mix energético durante décadas" y "vamos a incrementar nuestra seguridad energética basándonos en nuestras propias reservas".
Nueva Zelanda posee ricos yacimientos de gas y petróleo en la región de Taranaki, con una veintena de proyectos en marcha. La prohibición de Ardern, muy criticada en la región y aplaudida por los ecologistas, prohibía la concesión de nuevos permisos para explotaciones offshore. Ahora, según explica la prensa local, las empresas podrán solicitar nuevos autorizaciones de explotación a partir de este mes de septiembre.
En su día, la laborista Ardern justificó la medida por el objetivo de emisiones cero en Nueva Zelanda en 2050 señalando que todo el planeta iba en ese dirección. El Gobierno conservador ha emprendido justo el rumbo contrario: desde su llegada al poder ha lanzado ayudas al sector fósil, ha acortado los plazos para proyectos mineros y ha sacado al país de la denominada Beyond oil and gas alliance, que promueve el abandono de los combustibles fósiles y de la que forman parte, entre otros países, España. Nuestro país prohibiió en 2021 la concesión de nuevos permisos de exploración y explotación de hidrocarburos en la Ley de Cambio Climático, lo que implica que ninguna empresa pueda buscar o explotar gas y petróleo en nuestro país salvo que la concesión sea anterior a esa fecha.

