
El Gobierno argentino ha rebajo los impuestos a las exportaciones de carne vacuna y de ave, así como de cultivos clave como el maíz, la soja, el sorgo y el girasol. La medida, anunciada el pasado sábado por el presidente Javier Milei durante la Exposición Rural de Buenos Aires y ha sido acogida con satisfacción por el sector.
Según el decreto publicado este jueves en el Boletín Oficial, se reduce de forma permanente los tipos impositivos que el país impone sobre la venta al exterior de estos productos, conocidos localmente como "retenciones". Los nuevos porcentajes quedan establecidos de la siguiente manera:
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Carne de vacuno y ave: del 6,75% al 5%.
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Maíz y sorgo: del 12% al 9,5%.
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Girasol: del 7% al 5,5%.
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Soja: del 33% al 26%.
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Subproductos de soja: del 31% al 24,5%.
Según el decreto, esta rebaja busca "promover, proteger o conservar las actividades productivas nacionales de bienes y servicios, así como los recursos naturales y especies del país". El texto también señala que la transformación de la política económica exige "optimizar el uso de los recursos del Estado para acompañar el programa de estabilización macroeconómica".
Durante su discurso ante empresarios y representantes del campo, Milei no dudó en calificar las retenciones como "nefastas y siniestras". No obstante, reconoció que, por el momento, su Gobierno no cuenta con margen fiscal suficiente para eliminarlas por completo. Un ejemplo de ello es el trigo, que mantendrá su carga actual del 9,5%.
Argentina es uno de los principales exportadores agroalimentarios del mundo. La soja supone más de un tercio de sus ventas externas y sus principales clientes son China, India, la Unión Europea y Vietnam. La carne de vacuno es otro de sus grandes pilares del comercio exterior (principalmente destinada a China, que absorbe más del 60% del total exportado), junto con el maíz, que abastece a países como Argelia, Perú, Corea del Sur y Egipto, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

