Durante el verano, el flujo de viajeros a lo largo y ancho del planeta es constante y los aeropuertos se convierten para muchos en la casilla de salida de las vacaciones. Lo que quizá no sepan estos viajeros es que muchas de estas infraestructuras llevan el sello del Grupo ACS, que, de la mano de sus filiales, ha construido aeropuertos innovadores y sostenibles en los principales destinos internacionales, confirmando así su liderazgo global en este sector. La reciente modernización del Aeropuerto Internacional de Memphis, con una inversión de 700 millones de dólares para transformar la experiencia de viaje y reforzar la infraestructura del aeropuerto, es solo una muestra.
En España, un ejemplo icónico es la Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, construida por Dragados. Diseñada para atender a 35 millones de pasajeros al año, destaca por su espectacular cubierta de 150.000 m² con forma de ala de gaviota y su fachada de vidrio de casi 3 kilómetros de longitud. Sus espacios diáfanos, iluminados por "cañones de luz" de 15 metros de altura, redefinen la experiencia de viaje.
Turner, como constructora líder en Estados Unidos, ha dejado su huella, entre otras ciudades, en Nueva York, Washington, Orlando o San Diego. También más allá de América, en países como Turquía o India. Cimic ha hecho lo propio en la región de Asia-Pacífico, donde destacan los aeropuertos de Hong Kong o Melbourne y Brisbane, en Australia, mientras que Hochtief también amplió el aeropuerto Rey Khaled, de Arabia Saudita, pero también los de Atenas, Budapest y Hamburgo.
Infraestructuras críticas y emblemáticas que mueven el mundo
Turner, la filial americana de Grupo ACS, cuenta en su portfolio con ejemplos de cómo la tecnología está transformando tanto el diseño como la operación de los aeropuertos. Uno de los más emblemáticos es el aeropuerto Ronald Reagan de Washington, un proyecto colosal que, tras años de obras y ajustes, logró ampliar el volumen de pasajeros de 15 a 24 millones anuales y readaptarse para satisfacer sus necesidades y mejorar su experiencia gracias a comodidades de última generación en el proceso de control de seguridad.
Otro de los proyectos en los que Turner demostró su capacidad técnica fue la renovación y expansión del aeropuerto internacional de San Francisco, uno de los más modernos y sostenibles de EE.UU. Gracias al uso de tecnologías de vanguardia, la antigua terminal internacional se transformó en un espacio completamente renovado a prueba de terremotos que incorpora los más altos estándares de sostenibilidad. El de la T2 es ahora un edificio ecológico de alto rendimiento y bajo consumo energético, en el que se reutilizó un 90% de materiales del antiguo edificio.
Asimismo, Turner, ha participado en la construcción de la terminal intermodal del aeropuerto de Orlando, uno de los principales nodos turísticos del país. Este proyecto ha aumentado la capacidad de aerolíneas nacionales e internacionales y ha proporcionado conexiones ferroviarias con el centro y sur de Florida.
La capacidad técnica y el liderazgo de todas las empresas del Grupo en todos los ámbitos de la ingeniería civil permiten al Grupo ACS unir fuerzas y aprovechar sinergias para afrontar con éxito los desafíos más exigentes. Es el caso del proyecto de ampliación de la terminal 1 del aeropuerto internacional de San Diego, en California, un proyecto en el participan Turner y FlatironDragados y que incluye, además de un nuevo edificio con 30 puertas, una carretera de acceso al aeropuerto, pistas de rodaje y llegadas, carriles bici y senderos peatonales. O el LAX People Mover, un sistema automático de movilidad en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles que mejorará la conexión entre terminales y en el que participan FlatironDragados y ACS Infra.
Y si Turner lidera la construcción aeroportuaria en EE.UU., Hochtief, otra de las filiales de la compañía, lo hace en Europa, donde firma proyectos como el aeropuerto de Atenas, el de Budapest o el de Hamburgo, por citar algunos de los más emblemáticos y prestigiosos.
El nuevo aeropuerto internacional de Atenas, construido con motivo de los Juegos Olímpicos de 2004, dotó a la capital griega de una nueva terminal adaptada al actual perfil turístico del país. A la complejidad orográfica del terreno en el que se levanta se sumaron los numerosos retrasos ocasionados por hallazgos de restos arqueológicos. A pesar de ello, el proyecto se completó en tiempo récord. La participación de Hochtief en esta infraestructura excepcional no se limitó únicamente al diseño y construcción, sino que participó también en la financiación y en su gestión, en un buen ejemplo de asociación público-privada.
En la década de los 80, Hochtief se encargó del diseño y la construcción llave en mano de una nueva terminal de pasajeros en el aeropuerto de Budapest, que comprende un edificio principal de tres pisos y dos alas adyacentes de cuatro pisos para albergar, además, los servicios de catering e instalaciones técnicas.
Algunos años después, la filial europea de ACS construyó la terminal 4 de pasajeros del aeropuerto de Hamburgo, una estructura curva de hormigón armado de varios pisos con forma de ala, contigua a las instalaciones aeroportuarias existentes. El proyecto incluía además de la terminal, un muelle de embarque para pasajeros y un puente de acceso de hormigón armado.
La huella del Grupo ACS está presente también en Asia-Pacífico, donde opera bajo el paraguas de CIMIC.
El nuevo aeropuerto internacional Western Sydney, cuya inauguración se espera para finales de 2026, ampliará considerablemente la capacidad aeroportuaria de la ciudad y está llamado a ser un catalizador para el desarrollo económico y el empleo en la zona oeste de Sídney durante las próximas décadas.
Las autoridades aeroportuarias australianas también han confiado en CIMIC para resolver las necesidades de mejora de la capacidad de operación del aeropuerto de Melbourne. En una primera fase se construyó la nueva terminal 4, un ambicioso proyecto que incluía también la construcción de un enorme aparcamiento de 7 plantas, un intercambiador de transporte para autobuses y taxis, un túnel de servicio subterráneo, una subestación eléctrica e infraestructuras auxiliares. Más recientemente, se adjudicó a CIMIC el proyecto del Melbourne Airport Rail, una infraestructura que conectará el aeropuerto con el distrito central de negocios de Melbourne además de facilitar las conexiones con la red ferroviaria regional y metropolitana.
Actuaciones como estas o la acometida por la compañía para la mejora de la seguridad en el aeropuerto de Brisbane conllevan, además, el desafío añadido de llevarlo a buen fin sin la interrupción del servicio prestado a los pasajeros, minimizando las molestias y garantizando en todo momento la seguridad de los usuarios que comparten espacio.