
El campo no aguanta más. Tras innumerables subidas fiscales y sociales, impedimentos medioambientales, restricciones en materia de cultivos, fertilizantes, trato a los animales, etc. una de las principales asociaciones de profesionales del campo -Asaja- ha hecho público su absoluto malestar con una serie de medidas que el Gobierno sigue vendiendo como planes antiincendios y que, sin embargo, mantienen todos los ingredientes de las políticas ecologistas de los socialistas y sus socios que, según esta asociación, han llevado al descontrol de los incendios que se declaran en España.
"Ante la alarmante situación provocada por los incendios forestales en gran parte de España, la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) resalta la labor fundamental de los profesionales del sector agrario, ganadero, cinegético y silvícola como aliados en la prevención y extinción de los incendios. La organización subraya la importancia de una colaboración conjunta con las administraciones", señala la asociación.
Creación de cortafuegos
Y es que la decepción del campo con las políticas ultraecologistas es plena: "Durante décadas, las administraciones han dejado de lado a los agricultores y ganaderos, tratándolos como extraños en la prevención y gestión de los incendios". Sin embargo, "su labor es esencial: en las explotaciones ganaderas y cinegéticas, el pastoreo mantiene los pastos cortos y reduce la carga de material combustible; en el campo, las tareas de labranza, limpieza de olivares y creación de cortafuegos en los rastrojos tras las siegas contribuyen de forma directa a frenar el fuego", explica ASAJA. "De hecho, está demostrado que unos olivares limpios y cuidados en zonas de sierra actúan como auténticas barreras agrícolas que pueden detener la propagación de las llamas. Solo hace falta voluntad política para que su papel sea reconocido y potenciado como primera línea de defensa frente a los incendios", apunta ASAJA.
ASAJA denuncia igualmente que "la obligación de la Política Agraria Común (PAC) de dejar cubiertas vegetales en el terreno en algunos lugares de la geografía española es un disparate que pone en riesgo los cultivos, especialmente en zonas de alto peligro de incendios, dado que no tiene en cuenta las distintas realidades del sector agrario en el territorio nacional". La organización exige al Ministerio de Agricultura que "abra los ojos y adapte esta normativa de manera inmediata, considerando a quienes conocen el sector y sus particularidades". Del mismo modo, ASAJA subraya que "los titulares de explotaciones forestales y cinegéticas contribuyen a la prevención con la limpieza de los montes, la eliminación de materia vegetal y podas, a pesar de la irracional burocracia y la lentitud en la concesión de permisos".
Política ultraecologista
Por todo ello, el campo muestra su crítica con unos planes pretendidamente antiincendios que se olvidan de lo básico: el error de la política ultraecologista actual. ASAJA reclama, por ello, "una nueva política forestal por parte de las administraciones, ya que la actual, marcada por un ecologismo trasnochado, ha impuesto trabas a las actividades tradicionales en el medio rural. Y añade que "el clamoroso abandono de fincas públicas y montes, la falta de limpieza de vías, caminos y cunetas, y la inadecuada planificación de los planes de prevención" están siendo factores clave en el desastre que se vive estos días.
"El continuo intervencionismo y las absurdas limitaciones a la actividad de agricultores y ganaderos están llevando a muchos a plantearse el abandono de sus fincas, lo que paradójicamente convierte el monte en un lugar con muchos más riesgos de incendios", concluye ASAJA. "Las actividades tradicionales son las que han mantenido el medio. Estas posturas extremas [las ecologistas] conducen al mayor deterioro posible del medio natural", añade la asociación. Por todo ello, ASAJA solicita a las autoridades que sitúen a los titulares de explotaciones ganaderas, cinegéticas, forestales y agrícolas como el eje central de las políticas forestales.


