
La crisis de vivienda en España se agrava. La razón principal es que la brecha entre el número de hogares creados en nuestro país y las viviendas que salen al mercado cada vez es más ancha. Y esta es escasez de vivienda es lo que está presionando al alza los precios.
Las cifras son de vértigo. Este mismo mes, Caixabank publicaba un estudio en el que calculaba que, en el acumulado de los últimos 4 años (de 2021 a 2024), España se encontró con un déficit de 515.000 viviendas debido al diferencial entre la creación neta de hogares (970.000) y los visados de obra nueva (454.000).

Además, si se consideran las casas terminadas (en lugar de los visados) y se restaran otros usos alternativos de la vivienda (como el uso turístico), el informe eleva ese déficit hasta las 765.000 viviendas.
Precisamente, esta semana, el Banco de España también empeoraba las perspectivas para el mercado inmobiliario nacional. Mientras los cálculos de este organismo estimaban entre 400.000 y 450.000 el déficit de vivienda entre 2022 y 2024, ahora, José Luis Escrivá señaló que en 2025 se necesitarían unas 700.000 viviendas terminadas para los nuevos hogares creados.
Mientras tanto, portales inmobiliarios como Idealista alertan de que el número de viviendas que salen al mercado nacional no solo no aumenta al mismo ritmo de la demanda, sino que está disminuyendo. Según sus datos, la oferta de viviendas disponibles se ha reducido en un 39% desde el máximo alcanzado en el segundo trimestre del año 2019, lo que acercaría todavía más el sector al colapso.
Más problemas en el futuro
Como ya publicamos en Libre Mercado, esta problemática no hará otra cosa que agravarse. Según los propios datos del INE, el número de hogares de España crecerá en casi 3,7 millones en los 15 próximos años y esto se le suma que entre 2024 y 2039 crecerán los hogares más pequeños (de una o dos personas) y, en menor medida, los de tres personas, mientras que sólo los de cuatro personas o más experimentarían una reducción. Es decir, cada vez van a vivir menos personas en cada casa, por lo que todavía se necesitarán más inmuebles.
Por ejemplo, los hogares de una persona van a crecer desde los 5,4 millones actuales hasta los 7,7 millones, un 41,86% más. Esto es otra bomba de relojería que acecha al futuro del mercado de la vivienda. Por tanto, la única salida que le queda al mercado es construir.


