Los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y de CCOO, Unai Sordo, han registrado este lunes en el Ministerio de Trabajo las convocatorias de paros parciales de cara a las movilizaciones que han convocado para el próximo 15 de octubre en apoyo a Palestina. UGT y CCOO han convocado una "jornada de lucha" en centros de trabajo privados y públicos con asambleas y concentraciones para denunciar lo que dicen que es un genocidio israelí en Palestina.
No hace falta que recordemos que España sigue liderando en Europa en tasa de paro y en tasa de paro juvenil, dato este último que, además, es el más alto dentro de los países desarrollados. Además, 7 de cada diez españoles cobran menos de 2.500 euros al mes. Y de ellos, prácticamente la mitad, menos de 1.500 euros. Una auténtica barbaridad, si nos comparamos con la media europea.
En estas circunstancias, que nuestros sindicatos mayoritarios, esos que están regados con subvenciones, se preocupan de alimentar el discurso de odio contra Israel, a cuenta de las barbaridades de Hamás. Eso sí… ¡que no se acaben las subvenciones! Para muestra un botón. Entre 2020 y 2024 ambos sindicatos se llevaron más de 380 millones en subvenciones. Aunque ellos siguen insistiendo en que se financian con las cuotas de sus afiliados.
Lo cierto es que cada vez tienen menos poder de convocatoria. Además, incluso si hacemos caso a sus números, ambas formaciones sindicales hablan del entorno de un millón de afiliados cada uno, están muy lejos de representar a una mayoría de trabajadores si, como dicen las estadísticas, hay más de 20 millones de afiliados a la seguridad social. Sin embargo, el poder que ostentan en la negociación de las políticas laborales que desarrolla el Gobierno es brutal.

