
Desde el apagón del 28 de abril, y aunque Red Eléctrica se niegue a achacarlo a una planificación fallida con excesivas renovables, el sistema opera de forma "reforzada", con un porcentaje de fotovoltaica y eólica que no ha llegado a superar el 60 por ciento de la generación desde entonces y con más tecnologías tradicionales (nuclear, gas, hidroeléctrica) capaces de controlar tensión y frecuencia.
Esa prudencia de Red Eléctrica al tiempo que rechaza responsabilidades ha tenido un efecto en la factura de la luz: el pago de las "restricciones técnicas" y los mecanismos de ajuste se han incrementado de forma extraordinaria en un intento de dar seguridad al sistema sobre todo mediante centrales de ciclo combinado. De 197 millones de euros en abril se pasó a 405 millones en mayo, y en los ocho primeros meses de 2025 el gasto ya supera los 1.500 millones, es decir, unos 6 millones de euros al día, según un informe de la Universidad de Las Hespérides adelantado por Libre Mercado.
En septiembre, según datos del grupo ASE, ese "escudo" supuso un incremento del 58 por ciento respecto a septiembre del año pasado (17,56 euros/MWh frente a 10,24 euros/MWh). De enero a septiembre de 2025 los costes del sistema son de 16,48 €/MWh, frente a los 11,53 €/MWh de 2024.
La subida está golpeando especialmente a los grandes consumidores. Y la industria, según informa este jueves El Mundo, está pidiendo al Gobierno que ese sobrecoste de casi 800 millones de abril hasta hoy, sea repartido de otra forma. Abogan por una especie de redistribución que se pagaría a través de una subida en los peajes eléctricos, regulados por la CNMC y que se suman al consumo en la factura. El golpe para la industria se amortiguaría pero subiría el coste para el ciudadano.
Según el diario, el Ministerio de Transición Ecológica se estaría planteando esa propuesta de pasar los servicios de ajuste a los peajes para así repartir entre todos los consumidores el impacto del apagón y podría proponer el cambio al supervisor.
Entre tanto, el sector está pendiente de conocer el último, y definitivo, informe del apagón elaborado por la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (Entso-e), y que llegará más de cinco meses después del cero eléctrico. Las eléctricas, que en estos meses han protagonizado un enfrentamiento cada vez más enconado con el gestor por el reparto de responsabilidades, esperan un informe muy prolijo y confían en que se incluyan las perturbaciones de los días anteriores, que Red Eléctrica obvió en su propio informe.

