
Muchos inversores siguen apostando por las acciones, porque son lo "clásico". Sin embargo, quien busca algo más inmediato suele mirar hacia las divisas. Aquí el juego es distinto: se puede entrar y salir rápido, aprovechar recorridos pequeños y, gracias al apalancamiento, convertirlos en movimientos relevantes. Claro, ese mismo apalancamiento también puede jugar en contra, y conviene recordarlo.
Como comenta Justin Grossbard el cofundador de brokersregulados.com lo que marca la diferencia es la flexibilidad:
"El forex permite abrir posiciones largas o cortas en cualquier par. Eso significa que siempre hay alguna oportunidad, tanto si el mercado sube como si cae. Para quienes hacen day trading, esta dinámica resulta mucho más interesante que en otros activos".
Accesibilidad y bajas barreras de entrada
De todos los mercados de inversión, el forex es el más accesible. Funciona las 24 horas del día, cinco días a la semana, lo que permite participar en cualquier momento.
No está limitado a una zona horaria: es posible operar en las sesiones de Nueva York, Asia o Londres. Así, incluso quienes tienen un empleo a tiempo completo pueden encontrar oportunidades para operar tras su jornada laboral.
Comenzar requiere poco capital inicial. La mayoría de brokers establece depósitos mínimos bajos y, gracias al apalancamiento, ese capital controla posiciones más grandes. Por ello, empezar con entre 100 y 500 dólares no es inusual.
Para facilitar la entrada al mercado, los mejores brokers de trading ofrecen, también cuentas demo. Estas permiten practicar con estrategias y precios en tiempo real sin arriesgar capital real, ofreciendo un primer contacto con el mercado antes de abrir una cuenta real.
Un mercado altamente líquido
El mercado de divisas mueve 7,5 billones de dólares diarios, una cifra que deja muy atrás a las principales bolsas del mundo, como la de Nueva York, con 300.000 millones al día.
¿Por qué es positiva la liquidez alta? Porque garantiza el mejor precio disponible y la ejecución casi instantánea de las órdenes. Esto reduce el riesgo de no poder salir de una posición y asegura tipos más favorables, aumentando el potencial de beneficio. En forex, normalmente, el precio cotizado es el precio al que se ejecuta la operación.
La actividad constante genera oportunidades continuas. Pares líquidos como el EUR/USD pueden registrar movimientos de 50 a 100 pips varias veces al día. Estos cambios permiten obtener rendimientos interesantes, capaces incluso de superar a otro tipo de activos si se cuenta con la experiencia suficiente.
Incluso si se pierde una oportunidad, siempre acaba habiendo otras. Los anuncios económicos, las decisiones de bancos centrales y los eventos políticos generan volatilidad a diario, lo que explica por qué tantos traders más activos eligen el forex frente a otros mercados.
Apalancamiento y flexibilidad
El trader minorista puede acceder a apalancamientos de hasta 500:1, según el bróker elegido. Esto significa que con un margen de 100 dólares se controlan 50.000. Así, un movimiento del 1% a favor genera 500 dólares de beneficio; pero, de la misma forma, una caída del 1% implica una pérdida equivalente.
Al operarse mediante Contratos por Diferencia (CFDs), en el Forex nunca se llega a poseer la divisa en cuestión. Y, precisamente, aquí reside una de sus ventajas: se puede ganar dinero sin importar la dirección del mercado. Si el precio cae, es posible abrir una posición corta y obtener beneficio. Si el precio sube, se opera en largo como en los mercados tradicionales.
Incluso en mercados laterales existen oportunidades. Largos periodos de consolidación dificultan la rentabilidad en otros activos, pero en forex permiten operar en los extremos del rango, generando previsibilidad y opciones de beneficio.
Costes más bajos que los activos tradicionales
Uno de los motivos por los que muchos evitan la inversión financiera es el elevado coste asociado a los activos tradicionales. El forex, en cambio, resulta mucho más económico. La mayoría de los brokers de México ofrecen operaciones sin comisiones, y únicamente cobran el spread (la diferencia entre el precio de compra y de venta).
En pares principales como el EUR/USD, el spread suele oscilar entre 0,5 y 1,5 pips, lo que equivale a unos 5 a 15 dólares por lote operado. Al cobrarse en el momento de la transacción, el sistema es simple y transparente.
En comparación, comprar acciones implica comisiones ligadas al volumen de la operación a mayores del spread, lo que encarece la inversión. Estas comisiones pueden situarse entre el 0,5% y el 3%. Así, invertir 10.000 dólares en acciones puede costar entre 50 y 300 por operación, sin contar con el diferencial, que aumenta el gasto total.

Amplia gama de pares de divisas
El forex no se limita a unos pocos pares. Hay más de 180 divisas disponibles, cada una con sus características propias.
Los pares principales son los más líquidos y el punto de partida habitual: EUR/USD, GBP/USD o USD/JPY. Todos registran amplios movimientos diarios y son los más baratos de operar.
Los pares menores y exóticos amplían la oferta con divisas como el peso mexicano (MXN), el real brasileño (BRL) o la lira turca (TRY). Aunque su coste de operación es mayor, también ofrecen variaciones de hasta 300 pips, lo que abre la puerta a retornos más elevados.
