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Aislamiento sin obras: el mejor método para reducir tu factura de la luz este invierno

Burletes, cortinas térmicas o aislamientos adhesivos son opciones fáciles y baratas para mantener el calor y reducir el consumo energético.

Burletes, cortinas térmicas o aislamientos adhesivos son opciones fáciles y baratas para mantener el calor y reducir el consumo energético.
Factura de la luz. | Eduardo Parra / Europa Press

Cada vez queda menos para la llegada del frío del invierno, y la pregunta se repite: ¿está tu casa preparada? Lograr un hogar eficiente no siempre implica hacer reformas. Existen soluciones rápidas, limpias y muy eficaces para mantener el calor sin obras ni complicaciones.

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Una vivienda bien aislada no solo mejora el confort térmico, sino que permite reducir hasta un 40% el gasto en calefacción y aire acondicionado, contribuyendo además al cuidado del medio ambiente. El aislamiento térmico es, por tanto, una inversión inteligente para el ahorro y la sostenibilidad.

Aislamiento insuflado: rápido y sin complicaciones

El aislamiento por insuflado es una de las opciones más utilizadas para mejorar las paredes sin necesidad de obras. Consiste en introducir materiales aislantes —como lana mineral, celulosa, fibra de madera o bolitas EPS— en las cámaras de aire mediante pequeñas perforaciones que luego se sellan.

El proceso es rápido y limpio: en la mayoría de los casos, los técnicos completan la instalación en un solo día y dejan la vivienda lista para disfrutar del nuevo confort térmico.

Aislamiento proyectado: una opción desde el exterior

Otra alternativa es el aislamiento por proyectado, que se aplica desde el exterior de la vivienda, sobre paredes o tejados. El corcho proyectado es uno de los materiales más utilizados por su capacidad para aislar y por la variedad de acabados y colores disponibles. Además de mejorar la eficiencia energética, embellece las fachadas y evita molestias dentro del hogar.

No todos los aislantes son iguales. La celulosa, por ejemplo, puede generar más polvo que otros materiales, mientras que la lana mineral o la fibra de madera resultan más limpias. Las bolitas EPS (poliestireno expandido), por su parte, no desprenden polvo y dejan la vivienda prácticamente como estaba.

Sea cual sea el material elegido, el resultado es el mismo: mayor confort, menor gasto y un hogar más sostenible.

Soluciones sencillas para reforzar el aislamiento

Además de los sistemas técnicos, hay pequeños gestos que marcan la diferencia:

  • Colocar burletes en puertas y ventanas para evitar filtraciones.

  • Utilizar cortinas térmicas y alfombras gruesas que retengan el calor.

  • Incorporar aislamientos adhesivos en puntos clave, como zócalos o marcos.

Estas soluciones son económicas, rápidas de aplicar y pueden reducir notablemente el consumo energético del hogar.

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