
¿Qué está pasando en España? ¿Por qué se han disparado las bajas? ¿Nos hemos vuelto flojos de repente? ¿Hay una epidemia silenciosa de la que los medios no estamos dando cuenta?
Las empresas sí lo han notado. Porque desde el Covid, las bajas se han multiplicado. Tanto en números absolutos como relativos. Cada día, cientos de miles de españoles faltan al trabajo por enfermedad. Y sí, esto ya pasaba antes. Pero ahora pasa mucho más. Tanto que nos hemos convertido en el segundo país de Europa con un mayor porcentaje de absentismo laboral por enfermedad o incapacidad. Sólo nos supera Francia.

Este gráfico (del informe Estudio económico de España - Noviembre 2025, que la OCDE publicaba esta semana) muestra la evolución en toda Europa en el medio plazo. Hablamos de una comparación entre 2014 y 2022, una vez los peores efectos del Covid ya habían remitido. Y los datos que tenemos desde ese momento apuntan a que la tendencia se ha agudizado.
Podemos sacar dos conclusiones: sí, es cierto que en la mayoría de los países, las cifras de absentismo laboral son ahora peores que hace 10-12 años. Pero, al mismo tiempo, una mirada a la barra roja (la que representa a España) nos lleva a reconocer que en nuestro país esa deriva es más preocupante. Ahora mismo, somos los segundos del continente con peores cifras, tras Francia. El porcentaje de trabajadores que se declaran en baja laboral es superior al 4%. Y eso es una barbaridad.

También podemos verlo mirando sólo lo que ha ocurrido con los trabajadores españoles y comparando con lo que ocurría no hace tanto. En este segundo gráfico, tenemos la evolución entre 2018 y 2023 de las bajas laborales por segmentos de edad en España. De nuevo, hay poco lugar para la duda: en todos los grupos de edad se pierden (muchos) más días ahora que antes del Covid.
Causas y efectos
Una vez que aceptamos que la realidad es la que es, debemos preguntarnos qué está pasando. En teoría, estas bajas están asociadas a una enfermedad que incapacita para acudir al trabajo. Y por eso nos deberíamos preguntar: ¿nos ponemos más malos los españoles ahora que antes? ¿Los médicos están dando bajas con más alegría? ¿Hay más incentivos para el trabajador para forzar un poco las cosas y cogerse más bajas o alargarlas? Aquí cada uno tendrá una respuesta, pero lo que parece obvio es que en nuestro país no se ha producido una epidemia de salud pública que explique fácilmente lo que está ocurriendo.
La segunda pregunta tiene que ver con los efectos. Y ahí sí, piense uno lo que piense sobre las bajas laborales, es evidente que las consecuencias no son positivas.
Para empezar, las bajas implican un enorme daño en términos de productividad. Tanto porque el trabajador que se coge una no puede seguir desarrollando su empleo, como porque incluso si la empresa contrata un sustituto, es lógico pensar que éste necesitará un período de aprendizaje-formación para alcanzar las habilidades del primero.
Por eso mismo, también son un coste, lo que erosiona la competitividad de las empresas: puestos duplicados, proyectos que no pueden salir adelante, necesidad de contratar otro empleado o de subcontratar tareas que antes se hacían internamente, plantillas sobredimensionadas, el propio coste administrativo de gestionar la baja, pérdida de tiempo en reajustar a los trabajadores que quedan a los puestos vacantes… Ya sea una baja de 4-5 días o algo que se alargue varias semanas, tener a miembros de la plantilla fuera de la oficina es un quebradero de cabeza que se traslada rápidamente a la cuenta de resultados.
Por último, algo que casi nunca se explica pero es muy importante: el daño a medio plazo para la carrera y los ingresos de los trabajadores. De los que se cogen la baja, en primer lugar; pero también de sus compañeros. Como decíamos antes, las bajas suponen un coste para las empresas, que tienen que ajustar precios y otros costes (salarios) para no perder competitividad.
Además, para el empleado directamente afectado, encadenar bajas es muy poco interesante. A corto plazo puede pensar "no trabajo y me siguen pagando". Pero, en realidad, el efecto sobre su carrera será demoledor. No hablamos de una baja puntual, sino de una sucesión de las mismas. Tanto si estas bajas están justificadas como si no, es evidente que alguien que suele estar fuera de su puesto de trabajo muchos días al año, con razón o sin ella, será más complicado que ascienda en la empresa, consiga puestos de más responsabilidad, obtenga mejoras salariales más allá de lo que marca el convenio…
