
En un movimiento que el sector interpreta más como una derrota parlamentaria que como un gesto de sensibilidad hacia el tejido productivo, el Gobierno de Pedro Sánchez ha anunciado que congela, al menos durante 2026, las cuotas mensuales de los autónomos a la Seguridad Social. La decisión ha sido comunicada este martes tras el Consejo de Ministros por la ministra Elma Saiz, quien estrenaba su nuevo papel como Portavoz del Gobierno.
Esta medida supone un frenazo a la escalada de costes que el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social pretendía imponer y que se ha topado con el muro de las organizaciones de autónomos y la debilidad aritmética del Ejecutivo en el Congreso.
A pesar de que la ministra Saiz ha intentado vestir la medida como parte de un "escudo social", la realidad de los datos refleja un historial de intentos fallidos por aumentar la recaudación a costa del colectivo. El Ministerio llegó a poner sobre la mesa propuestas que implicaban subidas de hasta 206 euros mensuales adicionales. Ante el rechazo frontal de organizaciones como ATA y la falta de apoyo de socios parlamentarios como Junts —que amenazaba con tumbar el decreto en el Congreso—, el Ejecutivo ha tenido que claudicar y mantener las tablas vigentes.
El MEI subirá al 0,9%
De este modo, las cuotas para 2026 oscilarán entre los 200 y los 590 euros mensuales según los rendimientos netos, repitiendo el esquema de 2025. Sin embargo, esta "congelación" es solo parcial: la voracidad fiscal del Estado encontrará otra vía de escape a través del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). A partir del 1 de enero, esta sobrecotización subirá al 0,9%, encareciendo de facto el coste de ser autónomo en España, independientemente de los ingresos percibidos.
La brecha de pensiones como coartada
Durante su comparecencia, Saiz justificó la necesidad de elevar las cotizaciones aludiendo a la brecha de 650 euros existente entre las pensiones de los autónomos y las del Régimen General. Sin embargo, desde el sector se critica que el Gobierno utilice la protección social como "moneda de cambio" para justificar una presión fiscal que pone en riesgo la viabilidad de miles de pequeños negocios y profesionales independientes que ya operan al límite de la rentabilidad.
"Habíamos pedido al Ministerio que no subiera las cuotas en 2026. Es una victoria de la coherencia frente a la intención inicial de seguir exprimiendo al colectivo", señalan fuentes cercanas a la negociación.
Incertidumbre hasta 2032
Aunque el Ejecutivo ha dado carpetazo temporal a sus planes de incremento, la espada de Damocles sigue sobre los autónomos. El sistema de cotización por ingresos reales, que arrancó en 2023, contempla un período de transición hasta 2032. La incapacidad del Gobierno para pactar los tramos de los próximos años con los agentes sociales evidencia una fractura en el diálogo social, dejando al colectivo en un escenario de inseguridad jurídica donde el próximo "golpe" en las cuotas parece ser solo cuestión de tiempo y de aritmética parlamentaria.
En definitiva, en 2026 se mantienen las cuotas entre 200 y 590 euros. Es decir, siguen tan altas como hasta ahora pero no más. El Gobierno, por la falta de apoyos, se ha visto obligado a no aplicar la subida que quería aplicar a las cotizaciones. Sin embargo, la sobretributación en las cotizaciones que supone el MEI sí subirá, independientemente de lo que se facture: el Mecanismo de Equidad Intergeneracional subirá un 0,9%, aumentando de nuevo la presión real sobre la fuerza de trabajo.

