
Fue uno de los mantras de Mónica García durante el pasado curso: Ayuso le hacía bullying político. Así lo denunció una y otra vez tanto en la Asamblea de Madrid como a través de los medios o redes sociales. Y así se lo afeó este martes a la jefa del Ejecutivo regional en el transcurso del encuentro que ambas mantuvieron en la Puerta del Sol, enmarcado en las reuniones que la presidenta madrileña celebró con todos los portavoces de los grupos políticos para escuchar sus propuestas.
La de la líder de la oposición fue la primera cita de la tarde y en ella quedó claro que García no va a cejar en su empeño por que la Cámara autonómica se convierta en una caja de "resonancia de propuestas e ideas", desterrando los "exabruptos, los insultos".
No hubo asomo de autocrítica por parte de la portavoz de Más Madrid, que está convencida de que nadie ataca "personalmente" como lo hace Díaz Ayuso. "Los ataques personales no son parte de la política sino del circo político", subrayó García quien —tras asegurar durante meses que la presidenta había cometido varios delitos en el caso del contrato con Priviet Sportive para la compra de mascarillas y material sanitario en plena primera ola de la pandemia y donde participó su hermano, Tomás Díaz Ayuso— pidió también desterrar las "mentiras, las fake news y los bulos".
El "alcance del compromiso" de Isabel Díaz Ayuso con esta cuestión es "escueto", afirmó la líder de la oposición ya que el acuerdo es tan solo de "palabra", pero el Gobierno regional se mostró favorable. Así lo confirmó después su vicepresidente y portavoz, Enrique Ossorio, quien, no obstante, recordó que no es el Ejecutivo el encargado de promover estos asuntos sino los grupos parlamentarios.
"Para nosotros no hay nada más deseable" que la Asamblea sirva para llevar a cabo "debates de ideas", pero esto se volvió cada vez más complicado cuando hizo su irrupción Podemos. "Cuando aparecieron los partidos populistas empezaron a arreciar los insultos, las mentiras, ataques a los familiares...". Y Más Madrid "es una escisión de Podemos", recordó Ossorio. "Con el PSOE e IU había debates duros", pero el nivel de los mismos bajó "cuando apareció Podemos", indicó. "Yo eso lo he vivido".

Quien no se dio por aludido fue el portavoz socialista. "No tengo ninguna necesidad de ser más respetuoso y educado porque lo he sido desde el minuto uno". Es más, Juan Lobato puso de relieve al inicio de su comparecencia ante la prensa el "tono cordial y respetuoso" que había reinado en su encuentro con Ayuso. "Para mí la política es respeto, es educación y tratar de ponernos de acuerdo".
Según el portavoz del PSOE, para que todo esto se produzca es necesario un "diálogo" fluido con la oposición, algo que él hizo durante sus años como alcalde de Soto del Real, destacó, y que, en cambio, Ayuso evita, dijo a la vez que lamentó que las 21 cartas que ha enviado en los últimos meses a la presidenta madrileña con sus propuestas no hayan obtenido respuesta. "Esas cartas han sido todas contestadas. Ojalá las cartas que envían los consejeros a los ministros fueran también contestadas con la puntualidad que se contesta desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid a las cartas del señor Lobato", le desmintió Ossorio.
"Quienes nos insulta es la presidenta"
"Quienes nos ha llamado vagas y malcriadas a nosotras es la presidenta; quienes nos insulta es la presidenta", dijo por su parte muy molesta la portavoz de Podemos, Carolina Alonso. Pero Ossorio se reafirmó en lo dicho: "Podemos ha abierto la caja de Pandora" y como consecuencia de ello "puede haber habido contestaciones duras por parte de otros grupos pero nunca han estado al nivel de ellos. Se les habrá contestado mínimamente porque no puedes aguantar que te estén insultando, que te estén faltando al respeto continuamente y tú quedarte callado. Todos tenemos dignidad".

Fue Alonso, sin duda, la que más disgustada salió de su cita a la que llegó a calificar de "fracasada" puesto que el Ejecutivo madrileño "no se ha comprometido a nada". Alonso se preguntó "para qué sirven estas reuniones si no se va a tener en cuenta" a la oposición.
No comparte esa opinión el Gobierno. Su vicepresidente las calificó de "productivas" y aseguró que valorarán todas las propuestas de los grupos siempre y cuando sean factibles o no estén incluso ya anunciadas, como ocurrió con la realizada por Más Madrid, que pidió la instalación de placas foltovoltaicas en el Metro, algo que ya avanzó el Ejecutivo de Ayuso en el mes de junio.
Tampoco aceptará la presidenta madrileña la retirada del recurso, que ya ha anunciado para septiembre ante el Tribunal Constitucional contra el decreto de ahorro energético de Pedro Sánchez, como le han pedido Más Madrid y PSOE.
Las sensaciones por parte de la Puerta del Sol es que "en materia de gestión puede haber acuerdos con la oposición", pero que estos se vuelven "imposibles" en todo aquello que tenga que ver con "posturas ideológicas", resumía una fuente del entorno más próximo a la presidenta.

