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Madrid

Las nuevas estatuas de Madrid que honran la historia más gloriosa de España e irritan a la izquierda

Se han instalado tres en los últimos años y hay una cuarta en marcha. Más Madrid, IU y las franquicias de Podemos censuran su colocación.

Se han instalado tres en los últimos años y hay una cuarta en marcha. Más Madrid, IU y las franquicias de Podemos censuran su colocación.
Estatuas en Madrid para honrar la historia de España

Un buen número de asociaciones y fundaciones han iniciado en los últimos años diversos procesos de suscripción popular para tratar de rendir un homenaje sincero a personas o instituciones que han sido claves a lo largo de la etapa más gloriosa de la historia de España y que consideraban que, o bien por desconocimiento o bien por complejos políticos, no tenían el reconocimiento que se merecían en las calles de Madrid.

Unas iniciativas que desde casi el primer momento han tenido el rechazo de los partidos de extrema izquierda con representación en el Consistorio de la capital, tuviesen el nombre que tuviesen, pues el baile de nombres que han tenido las listas cercanas a Podemos y sus escisiones en la última década ha sido considerable. Unos partidos que tienen un serio problema con el pasado histórico de su propio país, al que tratan de denigrar habitualmente.

El último ejemplo ha tenido lugar esta semana, cuando Más Madrid ha montado en cólera por una estatua dedicada a la Legión. La escisión de Podemos liderada a nivel nacional por Iñigo Errejón considera que este tipo de esculturas ponen "en el escenario público criterios a favor de la guerra", a la vez que consideran que "el colonialismo y la memoria imperial no recoge el sentir general" de la población madrileña.

Son tres las estatuas que se han colocado en los últimos años en las calles del centro de Madrid y que molestan a la izquierda política. La primera fue la de Blas de Lezo, después la que homenaje a los héroes de Baler, también conocidos como los últimos de Filipinas. La más reciente ha sido la de la Legión, protagonista esta semana en el consistorio de la capital. Y hay otra por llegar, la que rendirá homenaje a los Tercios españoles.

Monumento a Blas de Lezo

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Está ubicado en la plaza de Colón de Madrid. Reconoce la figura de este almirante guipuzcoano, conocido como pata-palo o medio hombre, porque perdió en el campo de batalla un ojo, un brazo y una pierna. Protagonizó importante victorias militares, aunque pasó a la historia, sobre todo, por infligir a los británicos una vergonzosa derrota en Cartagena de Indias (actual Colombia).

El monumento tiene una altura total de 7 metros. El pedestal está construido en granito de Quintana de la Serena y mide 3,5 metros de altura. La figura del legendario almirante español, realizada por el escultor Salvador Amaya, tiene 3,5 metros de altura y está esculpida en bronce.

En la realización de este monumento participaron la Armada, el Ayuntamiento de Madrid, las Reales Academias de la Historia y de Bellas Artes, la Casa de América y el Instituto de Estudios Madrileños. Fue colocada en el año 2014 y a su inauguración acudió el entonces rey Juan Carlos I luciendo el traje de capitán general de la Armada.

Monumento a los Héroes de Baler

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Está ubicado en la plaza del Conde del Valle de Súchil, al comienzo de los jardines del Almirante Pascual Cervera, en el distrito de Chamberí. Está dedicado a la gesta de los denominados Últimos de Filipinas, un destacamento de 54 militares españoles que resistieron sitiados durante casi un año ante los rebeldes filipinos. Incluso, acabada la guerra, seguían resistiéndose a abandonar su posición porque no creían que hubiera finalizado la contienda.

Mide más de 6 metros y pesa más de una tonelada. Es un figura de bronce de 3 metros de altura que representa a figura del teniente Saturnino Martín Castillo, empuñando un arma y en actitud vigilante. En el pedestal hay una inscripción recordando la proeza y contiene los nombres de los 54 militares que resistieron el sitio de la iglesia de Baler, en la isla de Luzón, en la que estuvieron 337 días.

Esta obra fue impulsada por la Fundación Museo del Ejército y sufragada por suscripción popular. En enero de 2020, con motivo del 120º aniversario de este hecho histórico, fue donada al ayuntamiento de Madrid, que la colocó en su actual emplazamiento.

Monumento a la Legión

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Está situado en la confluencia del Paseo de la Castellana con la calle Vitrubio. A unos metros de la sede central del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) y visible también desde la sede del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), el principal centro docente militar conjunto de las Fuerzas Armadas. Homenaje a una de las unidades más míticas de los ejércitos españoles, que cumplió su centenario en 2020.

El conjunto tiene una altura cercana a los 6 metros. La figura mide 2,8 metros y representa a un caballero legionario con su uniforme, chapiri y un fusil con la bayoneta calada. La escultura está realizada por Salvador Amaya, partiendo de un boceto del pintor Augusto Ferrer-Dalmau. El pedestal tiene el anagrama de la Legión, el recordatorio del centenario y el lema legionarios a luchar, legionarios a morir.

La construcción del monumento ha sido impulsada por la Fundación Museo del Ejército y se ha financiado a través de una campaña de micromecenazgo. Una vez conseguido todo, se ha regalado al ayuntamiento de Madrid. Ha sido colocado en la calle a finales de septiembre de 2022, aunque todavía no ha sido inaugurado oficialmente por el consistorio de la capital.

Monumento a los Tercios Viejos españoles

La ubicación se encuentra todavía por decidir, aunque los impulsores quieren que esté en algún punto del Paseo de la Castellana. Su objetivo es reconocer a las unidades militares españolas por antonomasia, que consiguieron que en las posesiones territoriales de los Reyes de España durante varios siglos no se pusiera nunca el sol.

La obra, impulsada por la Fundación Arte e Historia Augusto Ferrer-Dalmau, la Asociación 31 Enero Tercios, la Asociación Amigos del Camino Español de los Tercios y la Fundación Tercio de Extranjeros ha sido sufragada por una suscripción popular que acabar de cerrarse recientemente. Se necesitaban 200.000 euros y se ha cerrado en 203.000 euros. El escultor de la figura será Salvador Amaya, que utilizará como base los personajes de los cuadros de Augusto Ferrer-Dalmau, gran pintor de batallas.

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