Todos los grupos políticos de la oposición en la Asamblea de Madrid criticaron la reapertura de los 80 centros 24 horas que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso puso en marcha el pasado jueves y en donde la pasada noche de Hallowenn 26 de ellos abrieron sin médico y 12 mantuvieron sus puertas cerradas.
Esta ausencia de profesionales sanitarios es una constante desde su reapertura. Por ello, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ya anunció que estudiaría "una a una" las bajas sobrevenidas.
Ya este miércoles los portavoces de Más Madrid, PSOE, Vox y Podemos exigieron responsabilidades al Ejecutivo regional. Mónica García anunció que su formación pedirá la reprobación del consejero del ramo ya que como líder de la oposición, dijo, tiene la "obligación" de hacerse cargo de la situación. No obstante, si la Mesa de la Cámara autonómica aplica el mismo criterio que con la petición de reprobación que la izquierda realizó del vicepresidente Enrique Ossorio, ésta tiene pocos visos de prosperar.
La portavoz de Más Madrid calificó lo sucedido con las urgencias extrahospitalarias de "chapuza", "caos" y "cobardía" del Gobierno madrileño y exigió a Ayuso el cumplimiento inmediato de siete puntos: "Que pida perdón los sanitarios a los que ha insultado; que depure responsabilidades políticas en su Gobierno ante tremenda muestra de incompetencia; que recoja las propuestas de sindicatos y sociedades científicas y haga un plan con ellas, no contra ellas ni a pesar de ellas; que mantenga sin recortar a las plantillas de las urgencias rurales, recuperando al 15% del personal que ha renunciado a su puesto de trabajo; que implemente una oferta pública de empleo urgente y atractiva hasta llegar a un total de 380 equipos completos para atender los SAR y los SUAP; que abra una bolsa voluntaria de guardias de apoyo para que las puedan hacer médicas y enfermeras de Atención Primaria, descansando después de la guardia y con derecho a suplentes; (y) que deje de cobrarse sus odios personales con quienes nos cuidan a todos y todas".
Para el portavoz socialista lo que ha ocurrido es una "muerte anunciada" de estas urgencias. Según Juan Lobato, es "tremendamente grave haber cerrado esos 80 centros, despedido a 6.000 profesionales y ahora reabrirlos con personal de 40". La portavoz de Unidas-Podemos, por su parte, calificó lo sucedido de "despropósito" y de "desvergüenza". Alejandra Jacinto pidió también a Ayuso que pida perdón a los sanitarios.
Pero no sólo los grupos de la izquierda criticaron con dureza a la presidenta madrileña. También lo hizo la portavoz de Vox. "Tenemos un problema y se está viendo que al PP le falla la capacidad de gestión. Ha perdido los equipos de gestión. Tiene que incorporar gestores para resolver el problema que tenemos en Madrid", apuntó Rocío Monasterio, quien censuró el trato que reciben los médicos. "No puede ser una profesión precarizada".
Pero el PP no sólo no entiende las críticas sino que se muestra "satisfecho" del balance. Y es que, aunque Pedro Muñoz Abrines reconoció que al principio "a veces la rueda no funciona al 100 por 100 y no está engrasada", desde la reapertura de estos centros "se han atendido a a más de 10.700 personas". Según el portavoz popular, "el objetivo es cerrar ese acuerdo inicial [con los sindicatos] y consolidar un modelo que va a funcionar mucho mejor".
Ayuso: hay "una parte política que intenta boicotearlo todo"
Minutos después fue la propia presidenta la que se refirió a esta cuestión. Lo hizo desde el Hospital Gregorio Marañón, donde inauguró un centro quirúrgico, y a preguntas de la prensa. Desde allí Ayuso recordó que esta reapertura era un compromiso de la Comunidad de Madrid y agradeció a los profesionales que se incorporaron a su puesto su trabajo.
"Creo que lo que nadie entiende es que haya habido un 60% de bajas sobrevenidas y, sobre todo, lo que toca ahora es apelar a la sensatez y recordar que esto a quien afecta especialmente es al protagonista del sistema sanitario, que es el paciente. Sé que hay grandes profesionales y que prácticamente todos están comprometidos con la salud de los ciudadanos", afirmó.
Ayuso recordó el boicot que sufrió el Hospital Zendal para asegurar que son "los mismos políticos" los que ahora están llamando "a huelgas o boicots, que como digo a quien perjudica directamente es al paciente y al ciudadano. Les pido que tengan más responsabilidad".
Para la jefa del Ejecutivo regional, los sindicatos que llaman a la huelga, entre los que está la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), pertenecen a "una parte política que intenta boicotearlo todo". Esa parte política "no quiere que la Sanidad pública avance, niegan el hecho de que hoy estamos inaugurando un bloque quirúrgico de estas características, niegan todas las infraestructuras que se están realizando, niegan que somos el Gobierno que más dinero está destinando a la Sanidad pública madrileña. Intentan politizarlo todo y hacer campaña política de todo y, por supuesto, lo condeno rotundamente porque mientras tanto, tienen servicios públicos, fundamentales del ciudadano, secuestrados por fines partidistas".
Ayuso lamentó tener la oposición que existe en la Asamblea madrileña, pero apeló a su responsabilidad: "Les recuerdo que no es a mí a quien perjudican sino al ciudadano".
La presidenta madrileña también fue preguntada por la doctora agredida en el centro 24 horas de Guadarrama. Su historia la publicó El País. Ayuso condenó lo sucedido pero quiso desligarlo del hecho de que desde su Gobierno y su partido hayan insinuado una huelga encubierta parte de los sanitarios. Para Ayuso lo que se está intentando hacer "es una utilización partidista" de esta agresión. "Quiero que quede claro también que todo el personal sanitario de la Comunidad de Madrid tiene el absoluto respaldo de la administración y de la opinión pública".