Se acercaba la una de la tarde cuando un Mercedes Benz de color plateado sembraba el pánico en el madrileño Paseo de Extremadura. Huía a toda prisa de la Guardia Civil, que le seguía los talones desde la carretera M-407 (a la altura de Fuenlabrada) donde le había dado el alto. Lejos de detenerse, el vehículo aceleró. Poco le importó que fuese en su interior un bebé de menos de un año sin la silla reglamentaria, que fue el motivo por el que en un principio los agentes de la Benemérita querían pararle.
El conductor -Pedro V. S.- se dirigió hacia el barrio de Puerta del Ángel a mucha velocidad, arrollando a los peatones que se encontraba a su paso. Dos ancianos que cruzaban la calle en este momento no resistieron la embestida y murieron. Otra media docena de personas resultaron heridas. Entre ellas, una mujer de 90 años que tuvo que ser trasladada al Hospital San Carlos.
Todo por un puñado de catalizadores robados. Eso es lo que los agentes de la brigada Científica y Judicial de Policía Nacional que han realizado la inspección del coche han encontrado en su interior. Era de esperar. "Sobre él pesaba una orden requisitoria policial por robo y cuenta con múltiples antecedentes", precisamente por la sustracción de estos dispositivos, según han confirmado fuentes policiales a este periódico.
Perfil de los implicados
El autor del atropello es un viejo conocido de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del estado. También lo son los otros dos integrantes del vehículo, unos años más jóvenes que él. La mujer que le acompañaba -que podría ser su pareja- "tenía tres órdenes requisitorias policiales y judiciales en vigor", señalan a Libertad Digital las mismas fuentes. Mientras que el tercer ocupante "tiene antecedentes por robo con fuerza".
En lo que se refiere a Pedro V. S. -de 31 años- es lo que se conoce como un merchero. Se había especializado en el robo de catalizadores de coche (una pieza que se aloja en el interior del tubo de escape y que cuenta con materiales preciosos, muy codiciados por los ladrones), que se acumulan en su historial policial. El mismo día de los hechos había sido identificado por un hurto en el barrio de Vallecas.
Él era quien estaba al volante del vehículo que huía de la Guardia Civil y arrolló a quien se puso en su camino. Cruzó el bario de forma temeraria y terminó atropellado a dos ancianos -de 72 y 81 años- a los que quitó la vida. "Ni siquiera debía ir conduciendo", nos explican fuentes policiales, "su carnet no estaba en vigor". Para ser que le había sido retirado por la pérdida de la totalidad de los puntos.
En un primer momento decidió huir a pie. Pero le pudo la presión y, tras varias horas fugado, se terminó entregando en la comisaría del distrito de Latina. Finalmente, los tres implicados resultaron detenidos y en estos momentos se encuentran en dependencias policiales, a la espera de que pasen a disposición judicial.