José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso recorrieron juntos y sonrientes los escasos metros que separan la Real Casa de Correos (Puerta del Sol) y la Real Casa de Postas (Plaza de Pontejos). La presidenta lucía un traje blanco impoluto y las bromas estaban aseguradas. Y es que el "paseíllo", como se refirió después el alcalde al camino que ambos recorrieron, se produjo la víspera de su esperada boda con Teresa Urquijo.
El regidor capitalino y la presidenta autonómica firmaron este viernes un convenio entre ambas administraciones para el impulso de la transformación digital. "Dije que iba a estar trabajando hasta el último minuto y aquí estamos, firmando un convenio extraordinariamente importante para todos los madrileños", señaló sonriente Almeida, quien pasará el bastón de mando del Ayuntamiento a la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz, durante sus días de ausencia en el Palacio de Cibeles.
Un acto "en la mejor compañía posible", la de su partner a la que quiso agradecer públicamente que aceptara la invitación a su enlace. "Muchas gracias, presidenta, muchas gracias por acompañarme en un día tan especial. Muchas gracias porque también me vas a acompañar mañana y muchas gracias porque hemos ensayado el paseíllo", lanzó entre risas.
"Enhorabuena", le dijo Ayuso después. La presidenta desveló quién le acompañará a la boda. No será su novio, Alberto González Amador, quien está envuelto en una gran polémica por un caso que ya investiga el Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid por dos presuntos delitos de fraude fiscal y uno de falsedad en documento mercantil. De hecho, minutos antes, la Puerta del Sol informaba de la denuncia que habían interpuesto los abogados de González Amador por haber detectado un hackeo que afectaría a unos correos electrónicos.
El acompañante de la presidenta será el número dos del PP Madrid, Alfonso Serrano, quien este jueves tuvo que salir al paso de unas fotografías publicadas por la SER donde aparece en una cafetería del distrito de Barajas con el novio de la presidenta. Precisamente por ese encuentro fue preguntada Ayuso. "Llamar reunión a tomarse unas coca-colas…, lo llamaría exagerado". dijo. Son dos personas "que se conocen desde hace tiempo y con las que tenemos muy buena relación personal".
La presidenta replicó las explicaciones que este jueves mismo ofreció el secretario general de los populares madrileños y que provocaron que el PSOE pidiera su dimisión. "Si estuvieran en La Chalana, si estuvieran en Ramses hasta altas horas de la noche, si se hubieran reunido en un lugar secreto, en un búnker… entendería que (se le llamara) una reunión".
Díaz Ayuso quiso quitar hierro al asunto desvelando que aprovechó la cita para que Serrano le "pidiera la mano" a su pareja y que sea él el que le acompañe a la boda del alcalde. "Y dijo que sí, así que iré acompañada", añadió. "Qué bien", expresó Almeida que se encontraba a su lado.
Tras la firma del convenio, el regidor aprovechó también para lanzar un mensaje al Gobierno de Pedro Sánchez. "En tiempos en que algunos hablan de muros, barreras, enfrentamientos, nosotros hablamos de colaboración y de soluciones", apuntó. "Algunos entienden la política como enfrentamiento y a modo de supervivencia a cualquier coste y a cualquier precio para España" y "desde Madrid lo entendemos de un modo radicalmente distinto: lo entendemos como el servicio que debemos a todos los ciudadanos y, por tanto, para mejorar la calidad de vida de todos nuestros vecinos".