
El secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, ha convocado a los medios en la Asamblea este mismo martes. Desde la sala de prensa de la Cámara regional, y sentado en una silla, ha leído una breve declaración de tres minutos tras el escándalo destapado por ABC.
Y lo ha hecho después de que ayer dirigentes y cargos de su partido cargaran contra él de forma anónima en todos los medios de comunicación. Lo hicieron tras escuchar las explicaciones que ofreció el propio Lobato tras la exclusiva del diario de Vocento.
"Estoy preocupado con la reacción/linchamiento que ha habido por parte de algunos dirigentes de mi partido que, sinceramente no la entiendo", arrancó exponiendo el portavoz del PSOE en la Asamblea. La expectación era máxima y vista la reacción de ayer del partido todo el mundo daba por hecho que el líder de los socialistas madrileños anunciaría su dimisión.
Pero no sólo no lo ha hecho sino que ha desafiado a los suyos con una declaración que les deja en ascuas hasta el viernes, cuando debe presentarse ante el Tribunal Supremo a prestar declaración como testigo. El magistrado de la Sala de lo Penal, Ángel Hurtado, instructor de la causa abierta al fiscal general del Estado Álvaro García Ortiz y la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, dictó una providencia tras lo publicado por ABC.
Este periódico revelaba el domingo que Presidencia del Gobierno está tras la filtración de la información confidencial de Alberto González Amador, novio de la presidenta madrileña, que investiga el Tribunal Supremo y por la que está imputado el fiscal general del Estado. El email del abogado de González Amador salió de la Fiscalía el pasado 13 de marzo y habría ido a parar a Moncloa, donde diseñaron una estrategia para que fuera Juan Lobato, portavoz del PSOE en la Asamblea, el que lo mostrara en la sesión de control del 14 de marzo. La encargada de trasladárselo fue Pilar Sánchez Acera, que está en la Ejecutiva de Lobato y que en esos momentos era la mano derecha de Óscar López, quien a su vez ostentaba el cargo de director de Gabinete de la Presidencia del Gobierno. Hoy López es ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública y posible candidato de Ferraz para disputarle el puesto a Lobato.
El líder de los socialistas madrileños puso resistencia a ser él quien mostrara el email por lo que Moncloa decidió filtrarlo a medios afines. Así, una vez que fue publicado por dichos medios, Lobato se decidió a mostrarlo en la Asamblea. Cuando el caso pasa al Tribunal Supremo y éste ordena el registro del despacho del fiscal general del Estado y de la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, también imputada, Lobato acude a una notaría en la que levanta acta de esos mensajes de wasap. Según aseguró él mismo este lunes, nadie del partido estaba informado de este movimiento. Pero negó que en esos mensajes quedara acreditado que la información se la suministró la Fiscalía a Moncloa.
"Si lo que se me dijo esa mañana (14 de marzo), cuando se me mandó la documentación, era verdad, yo no veo cuál es el problema en acreditar el origen lícito de esa documentación, que era los medios de comunicación, según se me dijo, ¿qué problema hay? Yo no lo veo, al revés", lanzó Lobato, que no se quedó ahí y siguió ahondando en ello. "Ahora, vista la reacción de algunos dirigentes de mi partido parece como si de alguna manera se dudara sobre la veracidad de lo que ahí se me dijo".
"Yo eso, desde luego, no lo contemplo", prosiguió diciendo Lobato. "No contemplo que fuera falso lo que se me dijo, que el origen de esa documentación fueran los medios de comunicación, porque esto sería bastante grave", advirtió el todavía el líder del PSOE en Madrid. Y proclamó, en clara enmienda y aviso al sanchismo: "Tengo bien claro que la democracia y la ley está siempre por encima de los partidos políticos y de los dirigentes del PSOE, como exigimos a otros partidos".
Así las cosas, incidió en que "no" puede contemplar que "eso fuera falso" porque "si el origen del documento hubiera sido distinto al que se me dijo, esto hubiera supuesto, además de que se me mintió, que es lo de menos, un intento de que fuera yo quien hiciera público ese documento con origen posiblemente irregular y con las consecuencias legales y políticas que eso hubiera tenido para mí y también para el Partido Socialista de Madrid".
A partir de este punto, disparó también contra el PP, especialmente el que preside Isabel Díaz Ayuso, que "ataca de una forma furibunda al PSOE constantemente". A los populares les dijo, a pesar de lo sucedido en las últimas horas con él, que su partido "no es una secta ni es una agencia de colocación de amigos a los que proteger". "El PSOE es un partido democrático, es un partido con 145 años de historia, de honestidad, de sacrificio, de integridad. Un partido de militantes y de referentes políticos ejemplares y lo va a seguir siendo, lo tengo claro", vaticinó.
Dos congresos y el cambio de los estatutos impulsado por Sánchez
El viernes pues es un día clave para el Gobierno y el Partido Socialista. No sólo por la declaración de Lobato ante el Supremo sino porque es el día en que arranca el 41º Congreso Federal del PSOE en Sevilla. Cargos en el partido confiaban en que el dirigente madrileño hubiera presentado su dimisión para entonces pero no parece que vaya a ser así por lo que Lobato amenaza con hacer saltar por los aires la que iba a ser la fiesta de proclamación de Pedro Sánchez como secretario general por cuarta vez consecutiva.
Algunos cargos socialistas aseguraban este lunes que se habría contemplado forzar la caída de Lobato y dar paso a una gestora, pero es algo que ya no es posible tras el cambio de estatutos del PSOE en el Congreso Federal de 2017, una modificación que impulsó el propio Pedro Sánchez después de que sufriera algo similar antes de su dimisión en el comité federal del 1 de octubre de 2016.
No es el único congreso. Los socialistas de Madrid están convocados inmediatamente después del Federal a decidir quién es su líder, con el 7 de diciembre como fecha límite para presentar candidaturas. Es aquí donde iba a entrar en juego Óscar López, otro de los protagonistas de esta trama. El actual ministro de Sánchez parecía ser el candidato de Ferraz, aunque ahora ha resultado abrasado también. Y es que Lobato llevaba tiempo en entredicho por parte de la dirección nacional que considera que no ha defendido lo suficiente las medidas más polémicas del Gobierno, como la ley de amnistía. Las primarias del PSOE-M está previsto que se celebren a finales de diciembre y principios de enero.