
En el marco de la denominada "Cumbre de Mérida" para batallar juntas contra el plan para cerrar las centrales nucleares, con la firma de una declaración institucional para que Almaraz no se cierre, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, visitaron juntas la central nuclear, cuyo reactor I, que cubre un 3 por ciento de la demanda eléctrica española, se apagará en 2027.
Ambas recorrieron el centro de visitantes, el edificio de turbinas y la sala de control, entre otras instalaciones, acompañadas por personal de la dirección de la central y las empresas propietarias, y miembros del gobierno extremeño y madrileño.
La visita se produce en el marco de las crecientes protestas y llamamientos a favor de que se paralice el cierre nuclear: en la zona, vecinos, trabajadores y empresarios se movilizaron el pasado mes de enero en una gran movilización que contó con apoyos políticos en una región donde también el PSOE está pidiendo también que se retrase el cierre. Desde la zona, señalan que quienes se oponen a la nuclear son absolutamente residuales, en contraste con los primeros años de operación, y una prueba de ello sería que sólo un manifestante contra las nucleares se acercó a las inmediaciones de la central para protestar por la visita de Ayuso y Guardiola, según informa Hoy Extremadura. "¿Almaraz? No gracias", lucía el cartel del activista, que hace años fue popular pero que ahora ha sido abrumadoramente sustituido por pancartas pidiendo que la central continúe en marcha.
En el ámbito político, la única nota discordante la dio la diputada de Unidos por Extremadura Irene de Miguel, que lamentó que Guardiola no pida a Ayuso que "el cementerio nuclear de Almaraz se traslade a alguna ubicación más cercana a la Puerta del Sol". También la animó a bañarse en el embalse de Arrocampo "al más puro estilo Fraga en Palomares para que nos muestren lo inocua que es la energía nuclear". Lo cierto es que podría hacerlo: el agua de este embalse, construido para la refrigeración de la central, está absolutamente limpio de residuos, es un punto habitual de pesca deportiva y su oxigenación continua y temperatura, entre 2 y 5 grados superior a la media de la zona, lo han convertido en un humedal especialmente rico en nutrientes que sirve de refugio a 170 especies de aves.
