La Policía Nacional y la Guardia Civil han detenido a 30 personas, entre ellas 21 hombres y nueve mujeres que se dedicaban al tráfico de drogas. En la operación se han incautado casi 800 kilos de cocaína que intentaban introducir en España. Para ello, adquirían billetes de avión de bajo coste para que personas sin recursos pudieran acceder de manera legal al aeropuerto. Una vez allí, recibían instrucciones por móvil sobre cómo proceder para la retirada del equipaje cargado de droga. A los detenidos se les atribuyen delitos contra la salud pública, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a grupo criminal, y han sido enviados a prisión por la autoridad judicial competente.
Las investigaciones comenzaron en septiembre de 2024, cuando tras hacer un seguimiento de los sospechosos los agentes observaron que entraban en el aeropuerto con billetes de vuelo válidos no cogían ningún vuelo, sino que se dirigían directamente a la zona de las cintas de recogida de equipaje.
Una vez que estas personas que recogían el equipaje marcado, abandonaban el aeropuerto con normalidad y, una vez pasaban el control de salida, se reunían con otros componentes de la organización que les esperaban fuera del aeropuerto para recogerles en vehículos y acompañarles a los inmuebles donde almacenaban la mercancía.
Las primeras detenciones se realizaron a comienzos del mismo mes de septiembre, cuando se procedió al arresto de tres hombres y dos mujeres que trataban de abandonar Barajas con más de 150 kilos de cocaína en maletas. En octubre se arrestó a otros tres hombres con 85 kilos de cocaína encima; mientras que en diciembre se arrestó a otras dos mujeres con 40 kilos de clorhidrato de cocaína en maletas.
Tras estas detenciones, las fuerzas de seguridad procedieron al registro coordinado en seis domicilios de varias localidades de Madrid y Guadalajara, en los que se detuvo a otras 13 personas, se incautaron nueve teléfonos móviles y cinco vehículos, así como 50.000 euros en efectivos, y también se desmanteló una plantación de marihuana en lo que la Guardia Civil ha bautizado como 'Operación Sonseca Rice'.