
Una sonora bronca vecinal ha obligado a parar este martes la sesión ordinaria del Pleno municipal hasta el desalojo de los asistentes. Los gritos han llegado durante la intervención de la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, cuando estaba informando sobre los trabajos de desamiantado de Doctor Esquerdo y poco después de que el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, anunciase la aprobación definitiva del Plan Reside este mes de julio. "Nos tiemblan las casas", han gritado los manifestantes —entre ellos representantes del Sindicato de Inquilinos— mientras sostenían pancartas contra el mencionado plan y arrojaban papeles hacia la bancada del Partido Popular.
El presidente del Pleno, Borja Fanjul, ha ordenado su desalojo inmediato, que no ha sido tarea sencilla por la actitud desafiante de los asistentes, que han continuado gritando y mostrando resistencia a salir del salón de Cibeles. "Esto es una representación teatral y es lo que ustedes representan. Una vergüenza y una falta de respeto", ha lanzado García Romero en referencia directa al modo en que la oposición no ha hecho nada por condenar las protestas.
Más tarde, cuando era su turno, la delegada de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, ha pedido explicaciones sobre cómo habían accedido esos vecinos al Pleno. "Alguien tiene que hacerse responsable de estas personas porque les habrán invitado", ha exigido. Desde Más Madrid, el concejal Miguel Montejo ha negado cualquier vínculo con los asistentes y ha asegurado que su grupo no había cursado invitación alguna.
Ya en el exterior, frente al Palacio de Cibeles, uno de los portavoces del colectivo "bloque en lucha" —procedente del número 20 de la calle San Ildefonso— ha trasladado a los medios de comunicación su versión de los hechos. Específicamente, ha recogido Europa Press, ha denunciado que se esté demoliendo su edificio "con el consentimiento y la complicidad del Ayuntamiento". "Ellos pueden demoler un edificio entero de 24 viviendas con 9 familias viviendo dentro" mientras, ha dicho, ellos llevan "cinco meses con obras y luchando contra varios fondos buitre casi dos años".
Así, ha acusado al Gobierno municipal de delegar el control de las obras a una empresa privada que, añade, está siendo utilizada para "acosar a los vecinos". "Nos están destrozando la vida. Esto es una situación desesperada", ha sentenciado.

