
La prolongación de la línea C-5 de Cercanías hasta Navalcarnero —paralizada desde 2010— ha sido el nuevo capítulo del ya habitual cruce de reproches entre el titular de Transportes, Óscar Puente, y el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso. Según ha dicho Puente, su ministerio está dispuesto a retomar las obras, pero con dos condiciones: que Ayuso le facilite la documentación técnica y que le ceda la parte ya construida de la infraestructura.
Haciéndose cargo de dichas obras, ha asegurado Puente, el Gobierno central estaría asumiendo una competencia que no le corresponde. Tanto es así, ha lanzado el ministro, que estarían "quitando un muerto" a la Comunidad de Madrid. Exactamente, a través de una carta que ha remitido a Ayuso, el titular del ministerio pide datos sobre "lo que está construido y lo que falta por construir para que así podamos valorar económicamente y técnicamente lo que queda y, por tanto, podamos completar ese estudio de viabilidad".
Desde la Puerta del Sol han respondido que aunque "no es necesario que nos haga ningún tipo de requerimiento, tienen nuestra máxima colaboración". Sin embargo, predicen que "esto va a ser un nuevo paripé" al apuntar a que el Ministerio lleva años "mareando con este tema" sin dar un paso real.
"La construcción ya está iniciada y estamos esperando a que la culminen y la exploten", ha recordado este miércoles el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García, que además ha subrayado que la CAM lleva "muchísimo tiempo" poniendo todo a disposición del ministerio. "A ver si por una vez deja de tuitear y se pone a gestionar", ha añadido, en referencia directa a Puente.
Mientras tanto, el ministro ha insistido en que "sin esas dos colaboraciones, no será posible" reactivar el proyecto. Y, aunque reconoce que "no tiene mucha confianza" en obtener esa ayuda, recalca que el Gobierno central está dispuesto a hacerse cargo de la obra pese a que "no tiene ninguna obligación". Eso sí, no ha perdido la ocasión para lanzar dardos a la anterior gestión del Partido Popular: "Detrás del interés de hacer una línea de Cercanías en el municipio no estaba el interés público, sino la especulación".
Desde el Gobierno de Ayuso consideran este relato como un intento de desviar competencias: "Ya era hora que el ministro asumiera algún tipo de responsabilidad", ha ironizado el también portavoz tras el Consejo de Gobierno, para después recalcar que no necesitan más "fotos" ni más "requerimientos", sino hechos. "Celebro que quiera asumir sus competencias, pero me temo que esto va a ser un nuevo paripé", ha lamentado.

