
Lo que el martes en el Pleno de Cibeles se interpretó como un respaldo del Partido Popular a la propuesta de Vox sobre el llamado "síndrome post aborto" ha terminado, apenas dos días después, en una especie de rectificación de José Luis Martínez-Almeida. El alcalde ha dejado claro que esa supuesta patología "no es una categoría científica reconocida" y ha recordado que así quedó claro en el propio debate, donde —asegura— en el discurso de su delegado de Políticas Sociales "no se mencionó el síndrome" como tal.
En relación a los términos, Almeida ha querido despejar dudas: "No se va a obligar a ninguna mujer a recibir información por parte del Ayuntamiento de Madrid". Según ha subrayado, se trata solo de ofrecer la posibilidad de acceder a datos "relativos a las eventuales consecuencias del aborto como intervención quirúrgica que es", pero siempre de manera "libre y voluntaria".
Sin embargo, la proposición presentada por Vox —rechazada por PSOE y Más Madrid y aprobada gracias a los votos del PP— pide exactamente que en los centros dependientes del Consistorio se difunda, de forma "obligatoria, verbal y escrita, permanente y visible", información sobre lo que denominan como el "síndrome post aborto". En el Pleno, Vox llegó a enumerar entre las consecuencias de interrumpir el embarazo aspectos como depresión, alcoholismo, autolesiones y hasta "problemas psiquiátricos".
La aprobación del texto supuso ayer miércoles el revuelo de la izquierda, que amenazó con llevar la "aberrante" propuesta a los tribunales. Incluso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este jueves que su Ejecutivo será "garante" del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en España al calificar lo sucedido en el Ayuntamiento de Madrid como "extraordinariamente grave".
El PP, sin embargo, ha insistido ahora en que su voto no supuso avalar ese argumentario. En su defensa, Almeida ha explicado que intentó introducir una enmienda transaccional para suavizar el texto, aunque Vox no la aceptó. Para el alcalde "coincidir en dar información" no significa compartir los términos de la propuesta.
"La intervención más racista que ha habido en el Congreso de los Diputados fue la de Miriam Nogueras defendiendo la proposición para traspasar las competencias de inmigración. El PSOE dijo claramente que ellos no compartían eso, sin perjuicio de que entendían que debían dar esa competencia en materia de inmigración", ha ejemplificado Almeida.
Pero para la oposición ya no es suficiente. El portavoz en funciones de Más Madrid, Eduardo Rubiño, considera que Almeida está intentando "recoger el cable de una manera bastante patética" después de haber aprobado "una chaladura". A su juicio, el acuerdo en el Pleno supuso "un insulto para las mujeres madrileñas y para su libertad de ejercer un derecho".
Sobre esta sesión, el de Más Madrid ha recordado que se habló de "un síndrome inventado" que relacionaba el aborto con adicciones o intentos de suicidio, algo que —insiste— "toda la literatura científica muestra como absolutamente mentira y anticientífico". Según el portavoz, el PP "está cada vez más solo, tratando de competir con Vox" y "poniendo prejuicios moralistas por delante de los derechos de las madrileñas".
Lo cierto es que la Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva establece que la información vinculada a la interrupción voluntaria del embarazo debe ser proporcionada por personal sanitario, ajustada a métodos y condiciones previstas en la norma, y en ningún caso puede imponerse como requisito obligatorio. El artículo 17 de la norma precisa que, únicamente "en los casos en que las mujeres así lo requieran y nunca como requisito", podrán recibir información sobre asesoramiento "antes y después", ayudas públicas y prestaciones o derechos laborales vinculados a la maternidad. En todo caso, "la elaboración, contenidos y formato de esta información será determinada reglamentariamente por el Gobierno".
En este escenario, la vicealcaldesa Inma Sanz, ha subrayado que el Ayuntamiento actuará siempre "en el marco de la normativa". El Consistorio insiste además en que el papel de Vox será nulo. "No confundamos a las mujeres —ha apuntado Almeida—. Esa información no la va a dar Vox ni la va a dar el PP. En su caso se elaborará por quienes saben de esto, que son los profesionales".

