L D (Agencias) Los talibanes exigieron la excarcelación de sus presos para liberar a los 21 surcoreanos que mantienen secuestrados, condición que plantearon en las primeras negociaciones cara a cara con una delegación de Seúl celebradas en la ciudad afgana de Ghazni. Comenzaron durante la pasada jornada a las 18:15 horas locales (13:45 GMT) en la sede de la Media Luna Roja de Ghazni, capital de la provincia centro-oriental en la que los misioneros surcoreanos, la mayoría mujeres, fueron tomados como rehenes el pasado 19 de julio.
En ellas participan dos delegados terroristas y una misión enviada a Afganistán por Seúl. El portavoz terrorista Mohammed Yousif Ahmadi dijo que se estaba tratando sobre la excarcelación de un primer grupo de ocho presos talibanes. "Una vez sean liberados, entregaremos otra lista de ocho prisioneros hasta que el intercambio (por los rehenes) se complete", añadió Ahmadi. Posteriormente, los dos negociadores talibanes comparecieron ante la prensa en Ghazni y dejaron bien claro que no soltarán a sus rehenes si el Gobierno afgano no libera a un número igual de prisioneros insurgentes.
En ellas participan dos delegados terroristas y una misión enviada a Afganistán por Seúl. El portavoz terrorista Mohammed Yousif Ahmadi dijo que se estaba tratando sobre la excarcelación de un primer grupo de ocho presos talibanes. "Una vez sean liberados, entregaremos otra lista de ocho prisioneros hasta que el intercambio (por los rehenes) se complete", añadió Ahmadi. Posteriormente, los dos negociadores talibanes comparecieron ante la prensa en Ghazni y dejaron bien claro que no soltarán a sus rehenes si el Gobierno afgano no libera a un número igual de prisioneros insurgentes.
En Seúl, el portavoz de la Presidencia, Cheo Ho-seon, dijo que la liberación de los rehenes es posible, si bien añadió que, por su seguridad, "no se van a dar detalles de las conversaciones por el momento". El Gobierno surcoreano ha reiterado que no puede negociar la liberación de ningún talibán pues ésta es una decisión del Gobierno afgano, que oficialmente descarta someterse a ese chantaje de los insurgentes.
Representantes del Gobierno de Ghazni y del Ministerio del Interior afgano rehusaron dar información alguna sobre el contenido de las negociaciones o la participación de algún representante oficial afgano. El Gobierno de Kabul mantiene que hará "todo lo posible" para lograr la liberación de los surcoreanos, pero siempre dentro de los límites de la "ley y la Constitución" de Afganistán.
Representantes del Gobierno de Ghazni y del Ministerio del Interior afgano rehusaron dar información alguna sobre el contenido de las negociaciones o la participación de algún representante oficial afgano. El Gobierno de Kabul mantiene que hará "todo lo posible" para lograr la liberación de los surcoreanos, pero siempre dentro de los límites de la "ley y la Constitución" de Afganistán.
Canje por el periodista italiano Daniele Mastrogiacomo
El Ejecutivo afgano recibió un aluvión de críticas el pasado abril, cuando reconoció que había puesto en libertad a varios presos talibanes como canje por el periodista italiano Daniele Mastrogiacomo, secuestrado por un grupo terrorista que mató a sus dos acompañantes afganos. Tras aquel suceso, el presidente afgano, Hamid Karzai, aseguró que había sido un caso muy particular que nunca se volvería a repetir.
Los surcoreanos son voluntarios cristianos que fueron capturados el 19 de julio por un grupo talibán en Ghazni, cuando viajaban en autobús entre la meridional Kandahar y Kabul, una de las rutas más peligrosas del paí
El Ejecutivo afgano recibió un aluvión de críticas el pasado abril, cuando reconoció que había puesto en libertad a varios presos talibanes como canje por el periodista italiano Daniele Mastrogiacomo, secuestrado por un grupo terrorista que mató a sus dos acompañantes afganos. Tras aquel suceso, el presidente afgano, Hamid Karzai, aseguró que había sido un caso muy particular que nunca se volvería a repetir.
Los surcoreanos son voluntarios cristianos que fueron capturados el 19 de julio por un grupo talibán en Ghazni, cuando viajaban en autobús entre la meridional Kandahar y Kabul, una de las rutas más peligrosas del paí