L D (EFE) La participación de personal estadounidense ha causado malestar en distintos medios, políticos y sociales, por lo que consideran una injerencia de Estados Unidos en asuntos de México.
En cambio, el presidente mexicano, Vicente Fox, señaló que "esta es una tarea muy normal", que "no viola en absoluto leyes y mucho menos nos quita soberanía".
"Lo que se hizo ahora es duplicar el esfuerzo ante información de posibles atentados; simple y sencillamente redoblamos la vigilancia y la vamos a mantener estricta hasta que estemos seguros que no haya estas amenazas", señaló Fox. Según explicaron fuentes oficiales, los agentes estadounidense no portan armas ni efectúan revisiones, sino que "supervisan" cómo realiza esas tareas el personal mexicano. En el aeropuerto de la capital, en ocasiones se revisa la lista de pasajeros que acaban de embarcarse en algún vuelo a EEUU.
El Congreso acordó la interpelación de los secretarios de Gobernación, de Comunicaciones y de Seguridad para que expliquen esas medidas de seguridad y la participación de estadounidenses. El subsecretario de Gobernación, Armando Salinas Torre, aseguró que la presencia de agentes estadounidenses la decidió México por razones de "seguridad nacional, de protección a los pasajeros y a las aeronaves, así como por solidaridad internacional para evitar actos terroristas".
La prensa mexicana señala que el plan de vigilancia fue acordado en diciembre entre el secretario estadounidense de Estado, Colin Powell, y el secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez. Según esa versión, hubo un informe canadiense de inteligencia que afirmaba que existían "elementos sólidos para considerar un probable ataque (aéreo) desde México".
