L D (EFE) El pasado 12 de septiembre en la localidad de Diyarbakir, en el sureste del país, un atentado asumido por una organización terrorista de ultraderecha acabó con la vida de 10 personas, siete de ellas niños. Las Brigadas de la Venganza Turca (TIT, en turco), aseguraron que este atentado era en venganza por los policías y ciudadanos turcos muertos a manos de activistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Asimismo el día 15 dos presuntos rebeldes kurdos y un policía murieron en un enfrentamiento en una zona rural del sureste de Turquía, de mayoría kurda. A finales de agosto una serie de atentados contra objetivos turísticos acabaron con la vida de cinco personas y dejaron decenas de heridos, varios de ellos extranjeros.
El grupo Aguilas de Liberación del Kurdistán, presuntamente relacionados con el PKK, asumió, a través de comunicados en su página web, la autoría de estos atentados. El PKK comenzó con sus actos terroristas en 1984 para exigir la autodeterminación de los cerca de doce millones de kurdos del Kurdistán turco.
Más de 35.000 personas han perdido la vida en la guerra no declarada entre el PKK y las fuerzas de seguridad hasta que en 1999 el líder de esta organización, Abdulá Ocalan, fue apresado por los turcos y la organización declaró una tregua. En 2004, los enfrentamientos se reanudaron y se intensificaron el año pasado en el sureste del país entre las fuerzas turcas y rebeldes kurdos que, según las autoridades, tienen bases en el Kurdistán iraquí.
Asimismo el día 15 dos presuntos rebeldes kurdos y un policía murieron en un enfrentamiento en una zona rural del sureste de Turquía, de mayoría kurda. A finales de agosto una serie de atentados contra objetivos turísticos acabaron con la vida de cinco personas y dejaron decenas de heridos, varios de ellos extranjeros.
El grupo Aguilas de Liberación del Kurdistán, presuntamente relacionados con el PKK, asumió, a través de comunicados en su página web, la autoría de estos atentados. El PKK comenzó con sus actos terroristas en 1984 para exigir la autodeterminación de los cerca de doce millones de kurdos del Kurdistán turco.
Más de 35.000 personas han perdido la vida en la guerra no declarada entre el PKK y las fuerzas de seguridad hasta que en 1999 el líder de esta organización, Abdulá Ocalan, fue apresado por los turcos y la organización declaró una tregua. En 2004, los enfrentamientos se reanudaron y se intensificaron el año pasado en el sureste del país entre las fuerzas turcas y rebeldes kurdos que, según las autoridades, tienen bases en el Kurdistán iraquí.
