L D (EFE) Schwarzenegger se convertirá en gobernador tras jurar su cargo en una ceremonia que se celebrará este lunes en el capitolio de Sacramento, la capital del Estado.
A pesar de la sencillez con la que está planificado, el acto ha despertado gran expectación entre medios de todo el mundo y será retransmitido en directo por las principales cadenas de televisión.
El actor, de 56 años, notablemente bronceado tras una escapada a Hawai, recitará el juramento ante una Biblia que sostendrá su esposa, Maria Shriever, y luego ofrecerá un discurso de menos de diez minutos, según anunció Marty Wilson, director de la ceremonia. Después está previsto que asista a una comida para los funcionarios del Estado y que acuda a una recepción para unas 2.000 personas organizada por la Cámara de Comercio de California. Sin embargo, no habrá bailes ni cócteles formales. "La naturaleza extraordinaria de estas elecciones no da lugar a bailes y galas", dijo Wilson.
El actor, de 56 años, notablemente bronceado tras una escapada a Hawai, recitará el juramento ante una Biblia que sostendrá su esposa, Maria Shriever, y luego ofrecerá un discurso de menos de diez minutos, según anunció Marty Wilson, director de la ceremonia. Después está previsto que asista a una comida para los funcionarios del Estado y que acuda a una recepción para unas 2.000 personas organizada por la Cámara de Comercio de California. Sin embargo, no habrá bailes ni cócteles formales. "La naturaleza extraordinaria de estas elecciones no da lugar a bailes y galas", dijo Wilson.
Mayoría holgada para el actor-político
Schwarzenegger fue elegido gobernador por una holgada mayoría el 7 de octubre, en la misma jornada en la que los californianos votaron a favor de cesar al demócrata Gray Davis, convertido así en el primer mandatario en ser destituido en la historia del Estado. El actor logró la victoria tras una campaña llena de sorpresas, en la que participaron 135 candidatos de todo tipo y condición y en la que la estrella de Hollywood rápidamente se convirtió en el centro de atención, eclipsando a los otros contendientes en un clima un tanto caótico y calificado de "circense" y "carnavalesco".
Una vez conseguido el codiciado puesto, por el que cobrará unos 175.000 dólares al año (una cantidad modesta si se compara con lo que solía obtener con sus taquilleras películas) Schwarzenegger no puede dormirse en los laureles. El actor, que no tiene experiencia política, creó muchas expectativas cuando prometió lo que sus críticos consideran la cuadratura del círculo: sacar al Estado de la grave crisis fiscal en la que se encuentra sin elevar los impuestos ni recortar servicios.
Los presupuestos, prueba de fuego
La primera prueba de fuego previsiblemente llegará el 10 de enero. Ese día, Schwarzenegger tiene que presentar el borrador de presupuesto, con el que podría incrementar los impuestos (incumpliendo así su promesa electoral), recortar servicios (poniendo en su contra a buena parte de la opinión pública) o pedir un nuevo préstamo, endeudando todavía más al Estado.
Al margen de los numerosos asuntos políticos que tendrá que resolver, sobre Schwarzenegger pesa la sombra de las alegaciones de un grupo de 16 mujeres que lo acusaron de haberlas acosado sexualmente. Ante las advertencias del fiscal general de California, Bill Lockyer, que dijo que estas acusaciones "no iban a desaparecer", el actor contrató recientemente los servicios de un detective privado que investigará si tiene fundamento lo que dicen estas mujeres.
