L D (EFE) Igual que hiciera el ex primer ministro, Nawaz Sharif, su predecesora, Benazir Bhutto anunció con varios días de antelación su regreso a Pakistán para participar en los comicios de otoño. Habrá, entonces, que ver si la ex primera ministra correrá la misma suerte de Sharif.
Bhutto, que fue primera ministra de Pakistán en dos mandatos, de 1988 a 1990 y de 1993 a 1996, abandonó el país en 1999 tras el golpe de estado del general Pervez Musharraf. Bhutto igual que el también ex primer ministro, Sharif, afronta cargos de corrupción interpuestos por el régimen del general a su regreso.
La diferencia, no obstante, entre Sharif y Bhutto es que la líder del PPP ha mantenido en los últimos meses negociaciones con el régimen de Musharraf para un acuerdo previo a las elecciones con el que el presidente pudiese dar un mensaje de apertura y renovación (exigido desde Estados Unidos) a un electorado hastiado por su gestión y le permitiese, al mismo tiempo, mantenerse en el cargo. e los próximos días.
En las conversaciones, que incluyeron un cara a cara entre Bhutto y Musharraf a finales de julio pasado en Abu Dhabi, la ex primera ministra exigió una enmienda constitucional que le permitiera asumir un tercer mandato como jefa de Gobierno.
Además, Bhutto pretendía un compromiso de Musharraf de abandonar la jefatura del Ejército, a cambio de apoyar su reelección como presidente.
El anuncio de regreso de la ex primera ministra sigue al intento de Sharif de retornar a Pakistán tras lograr el amparo del Tribunal Supremo, que dictaminó que tenía derecho a vivir en su patria y dedicarse a la política.
Pese al fallo del Supremo, Sharif fue deportado a Arabia Saudí horas después de aterrizar en Islamabad.