L D (EFE)
Los abogados y diputados de Forza Italia Gaetano Pecorella y Niccolo Ghedini anunciaron este viernes esta comparecencia, que tendrá lugar en medio de la crisis institucional abierta por la acusación de "golpistas" a los jueces hecha por el propio Berlusconi. El jefe del Ejecutivo respondió con un nuevo ataque a la Magistratura a la condena a 11 años de prisión dictada el pasado martes contra su ex ministro Cesare Previti por el caso IMI-SIR, similar al que ahora le obliga a sentarse en el banquillo.
Silvio Berlusconi, que este viernes no acudió al Tribunal de Milán pese a estar citado –alegó que tenía que presidir el Consejo de Ministros–, dijo a la salida de la reunión que el Gabinete no había tratado de asuntos judiciales, como se había especulado. "Hemos hablado de criminalidad, pero no de criminalidad judicial", afirmó en un tono lejano del aconsejado para rebajar la crispación por el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, quien el jueves le conminó a respetar las sentencias.
Sus abogados señalaron en Milán que Berlusconi "hará el lunes una reconstrucción histórica de algunos acontecimientos", como ya la hizo tras la condena de Previti, que relacionó con la caída del socialista Bettino Craxi, uno de sus mentores, y la suya propia en 1994, tras apenas siete meses al frente del Gobierno.
En el juicio por soborno que afronta ahora, los fiscales le acusan de haber corrompido, con la colaboración de Previti, a dos jueces para "arreglar" la sentencia que bloqueó la venta de la sociedad alimentaria pública SME al empresario Carlo De Benedetti. Del hilo acusatorio tiró en 1996 Stefania Ariosto, ex compañera sentimental de Vittorio Dotti, abogado de Berlusconi y en ese momento jefe de los diputados de Forza Italia, que reveló una trama para comprar jueces con dinero del magnate de la televisión privada.
En la instrucción aparecen dos magistrados del caso IMI-SIR, Renato Squillante y Filippo Verde (el primer condenado a 8 años y medio, el segundo absuelto), que presuntamente recibieron 434.404 dólares para que finalmente Berlusconi pudiera hacerse con la sociedad SME.
Silvio Berlusconi, que este viernes no acudió al Tribunal de Milán pese a estar citado –alegó que tenía que presidir el Consejo de Ministros–, dijo a la salida de la reunión que el Gabinete no había tratado de asuntos judiciales, como se había especulado. "Hemos hablado de criminalidad, pero no de criminalidad judicial", afirmó en un tono lejano del aconsejado para rebajar la crispación por el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, quien el jueves le conminó a respetar las sentencias.
Sus abogados señalaron en Milán que Berlusconi "hará el lunes una reconstrucción histórica de algunos acontecimientos", como ya la hizo tras la condena de Previti, que relacionó con la caída del socialista Bettino Craxi, uno de sus mentores, y la suya propia en 1994, tras apenas siete meses al frente del Gobierno.
En el juicio por soborno que afronta ahora, los fiscales le acusan de haber corrompido, con la colaboración de Previti, a dos jueces para "arreglar" la sentencia que bloqueó la venta de la sociedad alimentaria pública SME al empresario Carlo De Benedetti. Del hilo acusatorio tiró en 1996 Stefania Ariosto, ex compañera sentimental de Vittorio Dotti, abogado de Berlusconi y en ese momento jefe de los diputados de Forza Italia, que reveló una trama para comprar jueces con dinero del magnate de la televisión privada.
En la instrucción aparecen dos magistrados del caso IMI-SIR, Renato Squillante y Filippo Verde (el primer condenado a 8 años y medio, el segundo absuelto), que presuntamente recibieron 434.404 dólares para que finalmente Berlusconi pudiera hacerse con la sociedad SME.
