L D (EFE)
En una declaración escrita, difundida en Cerdeña mientras estaba reunido con su homólogo español, Jose María Aznar, Berlusconi señala que "el respeto por las tareas de la Magistratura no se puede poner en discusión, ni siquiera en presencia de incontestables comportamientos facciosos de fiscales concretos". Con estas afirmaciones, el jefe del Gobierno italiano rectifica a su manera su último y duro ataque a los jueces en una entrevista publicada el jueves en un semanario conservador británico y un pequeño diario de provincias de Italia.
Sus duras descalificaciones –"para ser juez hay que ser un perturbado mental"– fueron rápidamente contestadas por el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, que en una comunicación oficial subrayó que la ciudadanía confía plenamente en la Justicia. Al Jefe del Estado se sumó también el presidente de la Cámara de Diputados, el aliado democristiano de Berlusconi Pierferdinando Casini, quien dijo que las palabras de Ciampi fueron "equilibradas y razonables" y que "interpretaban el pensamiento de los italianos".
En su declaración escrita, el primer ministro manifiesta su "respeto" por la división de poderes, al tiempo que matiza que en la entrevista fue "malinterpretado". Berlusconi remarca que no existe ninguna diferencia de interpretación con el presidente de la República sobre el papel de los diferentes poderes del Estado "en el ámbito de las esferas de responsabilidad indicadas en la Constitución". Esta polémica, que este viernes trato de zanjar el "Cavaliere", se produce cuando aún está reciente su controvertido debut en julio como presidente de turno de la UE, al llamar "nazi" a un eurodiputado alemán en el Parlamento de Estrasburgo.
Los ataques a los jueces han sido práctica habitual en el discurso político de Berlusconi desde que en 1994 tuviera que poner fin a su primera experiencia como presidente del Gobierno por las primeras imputaciones de corrupción. Desde su retorno al poder en 2001 no ha dejado de hostigar a los magistrados y de amenazarles con cambiar "de arriba a abajo" el sistema judicial. Todo ello mientras la mayoría conservadora que le apoya aprobaba en junio pasado en el Parlamento una polémica ley que paraliza todos los procesos que aún abiertos mientras desempeñe su actual cargo.
Sus duras descalificaciones –"para ser juez hay que ser un perturbado mental"– fueron rápidamente contestadas por el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, que en una comunicación oficial subrayó que la ciudadanía confía plenamente en la Justicia. Al Jefe del Estado se sumó también el presidente de la Cámara de Diputados, el aliado democristiano de Berlusconi Pierferdinando Casini, quien dijo que las palabras de Ciampi fueron "equilibradas y razonables" y que "interpretaban el pensamiento de los italianos".
En su declaración escrita, el primer ministro manifiesta su "respeto" por la división de poderes, al tiempo que matiza que en la entrevista fue "malinterpretado". Berlusconi remarca que no existe ninguna diferencia de interpretación con el presidente de la República sobre el papel de los diferentes poderes del Estado "en el ámbito de las esferas de responsabilidad indicadas en la Constitución". Esta polémica, que este viernes trato de zanjar el "Cavaliere", se produce cuando aún está reciente su controvertido debut en julio como presidente de turno de la UE, al llamar "nazi" a un eurodiputado alemán en el Parlamento de Estrasburgo.
Los ataques a los jueces han sido práctica habitual en el discurso político de Berlusconi desde que en 1994 tuviera que poner fin a su primera experiencia como presidente del Gobierno por las primeras imputaciones de corrupción. Desde su retorno al poder en 2001 no ha dejado de hostigar a los magistrados y de amenazarles con cambiar "de arriba a abajo" el sistema judicial. Todo ello mientras la mayoría conservadora que le apoya aprobaba en junio pasado en el Parlamento una polémica ley que paraliza todos los procesos que aún abiertos mientras desempeñe su actual cargo.
