
L D (Europa Press) “Hace falta que seis países digan no para que el proyecto de Constitución esté definitivamente aparcado. Si 20 la ratifican y los demás no, el Consejo Europeo (que agrupa a los jefes de Estado y de Gobierno) se reúne para discutir. El Consejo no se reuniría si sólo la hubieran ratificado 19 países. No haría falta porque en este caso, y sólo en este caso, el Tratado estaría definitivamente aparcado", explicó Borrell en rueda de prensa.
Los cálculos del presidente de la Eurocámara se basan en una de las declaraciones anexas a la Carta Magna, que señala que si dos años después de su firma 4/5 de los países lo han ratificado y uno o más han encontrado dificultades, el Consejo Europeo se reunirá para analizar la cuestión. Estos 4/5 equivalen a 20 de los 25 Estados miembros.
La única alternativa sería, dijo, que los Veinticinco decidan, por unanimidad, “parar” el proceso. Mientras tanto, las instituciones europeas funcionan con “absoluta normalidad”. “Seguimos trabajando exactamente igual que si hubiera salido el 'sí'. Todo sigue perfectamente normal porque todo el mundo sabe que el proceso de ratificación durará hasta finales del año 2006. Hasta entonces, las instituciones sabían que tenían que trabajar en el marco de las normas actuales, del Tratado de Niza”, dijo Borrell.
Borrell: "Francia ha dicho que no. España ha dicho que sí"
“Francia, que es un gran país de 60 millones de habitantes, ha dicho que no. España, que es un gran país de 40 millones de habitantes, ha dicho que sí. ¿Por qué el “no” de uno tiene que valer más que el “sí” de otro?”, argumentó Borrell para justificar la continuidad de las ratificaciones. Por ello, descartó una convocatoria extraordinaria de un pleno de la Eurocámara, y anunció que la cuestión se debatirá en el pleno ordinario de Estrasburgo de la semana que viene, como parte de los preparativos para la cumbre de los días 16 y 17 de junio. Además, la comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento tiene previsto discutir los resultados negativos en Francia el próximo jueves.
Borrell espera que el "no" francés sirva de estímulo para alcanzar un acuerdo sobre el presupuesto de la UE para el periodo 2007-2013 en la cumbre de junio, "para evitar la sensación de que acumulamos problemas sin resolver". Pero, el presidente del Parlamento Europeo dijo que no cree que la posición negociadora de Francia quede debilitada ni que se vaya a reabrir el acuerdo de octubre de 2002 sobre la financiación de la agricultura.
