LD (EFE) El Gobierno de China ha reaccionado con furia ante la aprobación en Tokio de ocho nuevos libros de texto para enseñar Historia a los estudiantes japoneses, que según Pekín "niegan hechos históricos y embellecen la invasión" durante la Segunda Guerra Mundial.
Horas después de que el Ministerio de Educación de Japón anunciara la aprobación de los libros de texto, un alto cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Qiao Zonghuai, se reunió con el embajador nipón en China, Koreshige Anami, para transmitir el malestar de Pekín por la decisión. Allí, destacó que "los libros de texto serán vehementemente condenados por los pueblos de todos los países asiáticos que fueron víctimas de Japón, incluyendo los chinos".
La agencia oficial Xinhua afirmó que China conserva "una amarga memoria de las atrocidades cometidas durante la guerra por las tropas invasoras japonesas", e informó de que el embajador chino en Japón, Wang Yi, también presentará una queja oficial en Tokio. Uno de los detalles que más enojo ha causado en Pekín es que varios de los libros ocultan hechos como la conocida "Matanza de Nanjing" (diciembre de 1937), en la que 300.000 civiles o militares desarmados fueron asesinados durante la toma de la entonces capital china. Hay que decir, no obstante, que los libros de texto chinos no incluyen tampoco una masacre más reciente, la ocurrida en junio de 1989 en la Plaza de Tiananmen, en la que el ejército comunista mató a cientos, quizá miles, de estudiantes chinos.
En Seúl, el Ministerio de Asuntos Exteriores surcoreano convocó al embajador japonés para transmitirle una protesta formal porque considera que con los libros de texto, Tokio pretende maquillar su pasado militarista y colonizador. Además, Corea del Sur mostró su indignación debido a que los islotes de Tokdo (Takeshima, según la denominación japonesa) figuran como un territorio "ocupado ilegalmente" por los surcoreanos.
