L D (EFE) La transferencia de la base de Yongsan está considerada como un paso crucial en el cambio de emplazamiento de los 37.000 soldados estadounidenses destacados en Corea del Sur, y se suma a un plan de retirar 14.000 hombres situados en la frontera "desmilitarizada" con Corea del Norte.
La medida ha sido calificada de arriesgada por muchos políticos y funcionarios surcoreanos debido al temor a un ataque inminente de Corea del Norte, país comunista con el que el Sur se mantiene técnicamente en guerra al haber terminado en armisticio un conflicto armado de tres años en 1953.
Seúl está situada a sólo 50 kilómetros de la frontera con Corea del Norte, país gobernado por una hermética dinastía comunista que ha demostrado con lanzamientos de misiles su poderío balístico de alcance intercontinental. El gobierno norcoreano de Kim Jong Il fue incluido en el "eje del mal" del presidente estadounidense George W. Bush, junto a Irán e Irak, y en 2002 reveló que posee un programa clandestino de armas nucleares que utiliza para prevenir cualquier ataque por parte de Washington.
Cuatro países de la zona, China, Japón, Rusia, y Corea del Sur, trataron junto con Estados Unidos de convencer a Pyongyang de que abandone su programa nuclear, en una ronda de conversaciones que terminó sin éxito en agosto pasado y que podría reanudarse este año.
La medida ha sido calificada de arriesgada por muchos políticos y funcionarios surcoreanos debido al temor a un ataque inminente de Corea del Norte, país comunista con el que el Sur se mantiene técnicamente en guerra al haber terminado en armisticio un conflicto armado de tres años en 1953.
Seúl está situada a sólo 50 kilómetros de la frontera con Corea del Norte, país gobernado por una hermética dinastía comunista que ha demostrado con lanzamientos de misiles su poderío balístico de alcance intercontinental. El gobierno norcoreano de Kim Jong Il fue incluido en el "eje del mal" del presidente estadounidense George W. Bush, junto a Irán e Irak, y en 2002 reveló que posee un programa clandestino de armas nucleares que utiliza para prevenir cualquier ataque por parte de Washington.
Cuatro países de la zona, China, Japón, Rusia, y Corea del Sur, trataron junto con Estados Unidos de convencer a Pyongyang de que abandone su programa nuclear, en una ronda de conversaciones que terminó sin éxito en agosto pasado y que podría reanudarse este año.
