LD (EFE) Una potente explosión producto de una bomba colocada en los bajos de un automóvil de la Policía provocó pánico entre los 30.000 asistentes a un concierto de música que se celebraba en la ciudad portuaria de Mersin.
La cadena de televisión turca NTV mostró imágenes de varias personas heridas que eran atendidas por los efectivos sanitarios que se trasladaron hasta el lugar del atentado. Según Anatolia, tres de los heridos, dos de ellos policías, se encuentran en estado crítico. Momentos después, los artificieros detonaron un segundo artefacto encontrado en la zona.
La Policía ha puesto en marcha un operativo para localizar a los responsables de la colocación del artefacto explosivo. Hasta el momento ningún grupo ha asumido la autoría del ataque, el último de una serie que tuvo como objetivo una sucursal bancaria y la oficina del gobernante Partido de la Justicia y Desarrollo de Mersin. La televisión agregó que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, llamó por teléfono al gobernador de la ciudad para que le informara de lo sucedido.
