LD (EFE) Fuentes del Pentágono, citadas por medios de comunicación estadounidenses, han confirmado el despliegue de unos 3.500 soldados de la reserva en la provincia de Anbar, al oeste de Irak. La misión se centrará en reforzar a los soldados que combaten en el área los grupos terroristas.
Según informa el periódico The Washington Post, el aumento de los ataques perpetrados por miembros de la red Al-Qaeda en Irak en esa región, de mayoría suní y controlada por los terroristas, está dañando muy seriamente los esfuerzos de los líderes tribales que cooperan con los militares de EEUU.
Al menos once líderes tribales de la zona de Ramadi, capital de la provincia, han muerto desde finales de 2005, cuando los responsables locales comenzaron su colaboración con las tropas de EEUU. "Esperamos deshacernos de Al-Qaeda, que es un gran carga para la ciudad. Desafortunadamente, el puño de Zarqaui (líder de Al-Qaeda en Irak) es más poderoso que el de los estadounidenses", dijo un líder tribal al diario, que pidió el anonimato por temor a represalias.
