L D (EFE)
Con casi 300.000 efectivos listos para el combate en la región del Golfo Pérsico, Bush se reunió el martes con sus más altos asesores militares, incluyendo el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld; el subsecretario de ese departamento, Paul Wolfowitz, y el jefe del estado mayor conjunto de las Fuerzas Armadas, general Richard Myers. Las fuentes oficiales guardaron silencio sobre la reunión pero medios de prensa indicaron que en ella se analizaron detalles de la próxima campaña militar estadounidense que, según la cadena de televisión
CNN
, se llamará "Operación Libertad Iraquí". El Pentágono ha informado de que las tropas están listas para entrar en acción y esperan órdenes del presidente Bush, que podrían ser emitidas hoy mismo, según la citada emisora de televisión.
No obstante, fuentes del Departamento de Defensa indicaron que Bush, al formular el ultimátum, avisó de que, en caso de que Sadam no lo acate, EEUU lanzaría la operación militar "cuando nosotros lo decidamos", sin especificar el momento preciso, lo que podría indicar que el presidente estadounidense podría retrasar la orden para garantizarse el ‘efecto sorpresa’ e intentar que las tropas iraquíes estén cansadas o sus defensas desguarnecidas. Sin embargo, la inminencia del ataque se hizo más clara este martes cuando el secretario de Estado, Colin Powell, uno de los más renuentes a aplicar la mano dura contra Sadam en el Gobierno de Bush, admitió que no existe otra opción que la militar.
"La evidencia es clara. Irak no ha cumplido y sigue incumpliendo sus obligaciones. La resolución 1441 (que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 8 de noviembre) establece un camino claro", dijo el secretario de Estado. Powell también explicó que en los últimos días se hizo llegar a Sadam el mensaje de que tiene que salir del país si quiere evitar la guerra y éste ha sido ignorado sistemáticamente. También explicó que los planes militares establecen la necesidad de terminar el conflicto lo más rápidamente posible "con el mínimo de destrucción de infraestructura y recursos, y poniendo un alto énfasis en evitar la pérdida colateral de vidas", un eufemismo con el que el Gobierno se refiere a la muerte de civiles.
La inminencia de la guerra se intensificó más aún este mismo martes, cuando el Presidente iraquí rechazó el ultimátum de EEUU en una decisión que el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, calificó como "su error final". Por otra parte, fuentes del Pentágono advirtieron el martes de que las unidades de la Guardia Republicana de Sadam contarían con municiones químicas que contendrían una forma del agente nervioso VX y gas mostaza. "Continuamos recibiendo informes que apoyan la sospecha de que existe un alto riesgo de que el régimen iraquí utilice armas químicas en algún momento del conflicto", manifestó Bryan Whitman, portavoz del Departamento de Defensa, en declaraciones a CNN.
No obstante, fuentes del Departamento de Defensa indicaron que Bush, al formular el ultimátum, avisó de que, en caso de que Sadam no lo acate, EEUU lanzaría la operación militar "cuando nosotros lo decidamos", sin especificar el momento preciso, lo que podría indicar que el presidente estadounidense podría retrasar la orden para garantizarse el ‘efecto sorpresa’ e intentar que las tropas iraquíes estén cansadas o sus defensas desguarnecidas. Sin embargo, la inminencia del ataque se hizo más clara este martes cuando el secretario de Estado, Colin Powell, uno de los más renuentes a aplicar la mano dura contra Sadam en el Gobierno de Bush, admitió que no existe otra opción que la militar.
"La evidencia es clara. Irak no ha cumplido y sigue incumpliendo sus obligaciones. La resolución 1441 (que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 8 de noviembre) establece un camino claro", dijo el secretario de Estado. Powell también explicó que en los últimos días se hizo llegar a Sadam el mensaje de que tiene que salir del país si quiere evitar la guerra y éste ha sido ignorado sistemáticamente. También explicó que los planes militares establecen la necesidad de terminar el conflicto lo más rápidamente posible "con el mínimo de destrucción de infraestructura y recursos, y poniendo un alto énfasis en evitar la pérdida colateral de vidas", un eufemismo con el que el Gobierno se refiere a la muerte de civiles.
La inminencia de la guerra se intensificó más aún este mismo martes, cuando el Presidente iraquí rechazó el ultimátum de EEUU en una decisión que el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, calificó como "su error final". Por otra parte, fuentes del Pentágono advirtieron el martes de que las unidades de la Guardia Republicana de Sadam contarían con municiones químicas que contendrían una forma del agente nervioso VX y gas mostaza. "Continuamos recibiendo informes que apoyan la sospecha de que existe un alto riesgo de que el régimen iraquí utilice armas químicas en algún momento del conflicto", manifestó Bryan Whitman, portavoz del Departamento de Defensa, en declaraciones a CNN.