L D (EFE) El comandante del Ejército, general Martín Orlando Carreño, que asumió el cargo en noviembre, ha advertido de la posibilidad de que terroristas de las FARC lleven a cabo una ola de atentados tras la captura de Trinidad.
Para el jefe militar tener preso a Juvenal Ovidio Ricardo Palmera, el verdadero nombre de Simón Trinidad, "es un golpe bastante contundente a la estructura de dirección de las FARC". "Simón Trinidad es un terrorista de la máxima línea, de primer nivel de las FARC; es un hombre que dentro de las FARC es un ideólogo y con Alfonso Cano -otro de los miembros de la cúpula de esa organización armada ilegal- el más intelectual", ha dicho Carreño a la prensa.
El jefe terrorista fue detenido el pasado viernes en Quito por policías ecuatorianos y ocho militares colombianos que, según medios locales, hacía varios meses que seguían a Trinidad en Ecuador. "Es un golpe a fondo (...) es quitarle algo muy importante a las FARC, es el hombre más inteligente, más capaz, el hombre encargado de las finanzas, el hombre que craneó acciones contra la población civil (..) que ordenó múltiples secuestros, extorsiones y acciones terroristas", subrayó el comandante del Ejército.
Las FARC no se han pronunciado sobre la detención de Palmera pero, en un comunicado en Internet, señalan que en una reunión del estado mayor "los días 15 al 20 de noviembre del 2003, en algún lugar del departamento de Cundinamarca", se aumentó a 31 el número de miembros del secretariado. Así, Iván Ríos sustituye al fallecido Efraín Guzmán y Joaquín Gómez y Mauricio Jaramillo asumen nuevos cargos en el secretariado de la organización terrorista.
Para la detención de Palmera, que al parecer sufre de un cáncer de próstata, se contó con el apoyo de una unidad de inteligencia de los EEUU, cuya cooperación fue calificada como "vital" por el ministro colombiano de Defensa, Jorge Alberto Uribe. Respecto a la reacción que puedan tener las FARC, Carreño ha dicho que hay "instrucciones claras a todas las tropas para que estemos preparados en actitud ofensiva, para neutralizar cualquier acción que pretendan realizar estos terroristas".
En Quito, un abogado pidió que se otorgara asilo político al terrorista, pretensión rechazada por las autoridades ecuatorianas. Este domingo, el detenido comenzó a declarar en Colombia ante un fiscal, pero las autoridades mantienen en secreto el lugar en que será recluido Palmera hasta que se lleve a cabo el juicio. El fiscal general, Luis Camilo Osorio, ha dicho que Simón Trinidad tendrá el abogado que desee y que, de no hacerlo, se le facilitará un defensor de oficio.
Según fuentes de la fiscalía, contra el jefe terroristas pesan 59 delitos, por lo que podría ser condenado por la Justicia a 60 años de prisión, la pena máxima permitida en Colombia. Entre los hechos delictivos a los que se vincula a Palmera está el asesinato, en septiembre de 2001, de Consuelo Araújonoguera, ex ministra colombiana de Cultura, y la masacre de Bojayá, en el noroeste del país, en mayo de 2002, en la que murieron 119 civiles, muchos de ellos niños.
Para el jefe militar tener preso a Juvenal Ovidio Ricardo Palmera, el verdadero nombre de Simón Trinidad, "es un golpe bastante contundente a la estructura de dirección de las FARC". "Simón Trinidad es un terrorista de la máxima línea, de primer nivel de las FARC; es un hombre que dentro de las FARC es un ideólogo y con Alfonso Cano -otro de los miembros de la cúpula de esa organización armada ilegal- el más intelectual", ha dicho Carreño a la prensa.
El jefe terrorista fue detenido el pasado viernes en Quito por policías ecuatorianos y ocho militares colombianos que, según medios locales, hacía varios meses que seguían a Trinidad en Ecuador. "Es un golpe a fondo (...) es quitarle algo muy importante a las FARC, es el hombre más inteligente, más capaz, el hombre encargado de las finanzas, el hombre que craneó acciones contra la población civil (..) que ordenó múltiples secuestros, extorsiones y acciones terroristas", subrayó el comandante del Ejército.
Las FARC no se han pronunciado sobre la detención de Palmera pero, en un comunicado en Internet, señalan que en una reunión del estado mayor "los días 15 al 20 de noviembre del 2003, en algún lugar del departamento de Cundinamarca", se aumentó a 31 el número de miembros del secretariado. Así, Iván Ríos sustituye al fallecido Efraín Guzmán y Joaquín Gómez y Mauricio Jaramillo asumen nuevos cargos en el secretariado de la organización terrorista.
Para la detención de Palmera, que al parecer sufre de un cáncer de próstata, se contó con el apoyo de una unidad de inteligencia de los EEUU, cuya cooperación fue calificada como "vital" por el ministro colombiano de Defensa, Jorge Alberto Uribe. Respecto a la reacción que puedan tener las FARC, Carreño ha dicho que hay "instrucciones claras a todas las tropas para que estemos preparados en actitud ofensiva, para neutralizar cualquier acción que pretendan realizar estos terroristas".
En Quito, un abogado pidió que se otorgara asilo político al terrorista, pretensión rechazada por las autoridades ecuatorianas. Este domingo, el detenido comenzó a declarar en Colombia ante un fiscal, pero las autoridades mantienen en secreto el lugar en que será recluido Palmera hasta que se lleve a cabo el juicio. El fiscal general, Luis Camilo Osorio, ha dicho que Simón Trinidad tendrá el abogado que desee y que, de no hacerlo, se le facilitará un defensor de oficio.
Según fuentes de la fiscalía, contra el jefe terroristas pesan 59 delitos, por lo que podría ser condenado por la Justicia a 60 años de prisión, la pena máxima permitida en Colombia. Entre los hechos delictivos a los que se vincula a Palmera está el asesinato, en septiembre de 2001, de Consuelo Araújonoguera, ex ministra colombiana de Cultura, y la masacre de Bojayá, en el noroeste del país, en mayo de 2002, en la que murieron 119 civiles, muchos de ellos niños.
