LD (EFE) Dos batallones de soldados han sido enviados a las zonas conflictivas de Yala y Pattani, en Tailandia, para sofocar la revuelta protagonizada por jóvenes musulmanes que se saldó con al menos 107 personas muertas. Thaksin Sinawatra, primer ministro tailandés calificó a los agresores de "bandidos"
Durante la madrugada de este miércoles, grupos de jóvenes islámicos, de entre quince y veinte años y vestidos de negro, atacaron casi de forma simultánea más de una docena de puestos militares y policiales en las dos provincias. El Ejército y la Policía repelieron el ataque con contundencia y sólo en la mezquita de Kruesie, en la ciudad de Pattani, al menos 35 rebeldes perdieron la vida.
